Moción: El movimiento de los responsables.

Adulto y niño sosteniendo el mundo en sus manos

En estos días me enteré sobre “El movimiento de los responsables”, que es una tendencia ciudadana que busca adoptar una visión más proactiva ante los problemas de la sociedad, transformando el victimismo y la indignación en una revolución pacífica y silenciosa, sin manifestaciones ni protestas. Esta idea resonó profundamente con mis creencias, razón por la cual he creado esta moción.

No me interesa hacerle publicidad a este movimiento, pero si creo que todos deberíamos cambiar nuestra forma de afrontar los problemas sociales, económicos y ambientales que nos aquejan, siguiendo el principio de “hacernos responsables” en vez de “hacer responsables a otros”.

Muchos nos quejamos de la contaminación del planeta y criticamos al gobierno o a las organizaciones por no hacer nada o por no hacer suficiente, pero la realidad es que nosotros somos igualmente parte del problema. Somos nosotros los que preferimos salir en vehículo particular en vez de tomar el transporte público ecológico, empeorando el tráfico y la emisión de gases tóxicos. Somos nosotros los que seguimos pidiendo bolsas plásticas, pitillos o cubiertos desechables para un sólo uso. Somos nosotros los que compramos agua embotellada en vez de llevar un termo. Somos nosotros los que compramos frutas y verduras empacadas en plástico en vez de comprarlas al natural y tener que prepararlas en casa. Somos nosotros los que compramos productos que sabemos son diseñados para ser obsoletos en corto plazo. Y así, somos responsables de muchas cosas. Por lo tanto, en vez de querer cambiar al mundo a través de manifestaciones o protestas que no siempre son pacíficas, podemos cambiarlo cambiando nuestros hábitos de vida y consumo.

De igual forma, muchos criticamos la corrupción y que las instituciones del Estado no hacen nada, pero somos los primeros en pagar para “saltarnos” un proceso, o en pedir favores a los que tienen posiciones de poder, o en enseñarles a nuestros hijos a tener malicia indígena o a aprovechar si les dan papaya, o en pensar siempre en nosotros mismos por encima de los demás. Todos estos casos son la causa de la corrupción y la revindicamos día a día. Y de nuevo, en vez de quejarnos y hacernos las víctimas, creo que debemos hacernos responsables y cambiar nuestros hábitos y creencias.

Y también, muchos criticamos la falta de empleo y esperamos que el Estado o las empresas hagan algo, en vez de considerar qué podemos hacer nosotros mismos para generar empleo en el país. O cuestionamos las brechas sociales pero no hacemos nada para reducirlas.  

Por consiguiente, la invitación es que todos nos hagamos responsables de nuestras propias acciones sin esperar nada de nadie. Seguramente el cambio no será inmediato, pero estoy seguro que será una revolución silenciosa y pacífica que dará mejores resultados que seguir quejándonos o manifestándonos por todo lo que consideramos está mal.

El mundo sólo cambiará cuando nuestras acciones sean coherentes con nuestras palabras. ¡Seamos responsables!



Imagen de Tara Winstead en Pexels.

Moción: cuando hacer el bien no está bien

Una mano de una muñeca pidiendo ayuda

El viejo refrán o la premisa moral de “haz a los otros lo que quieras que ellos también hiciesen por ti” si bien tiene la mejor de las intenciones, olvida un elemento primordial y es el hecho de que somos diferentes y que lo que yo quiero para mi no es necesariamente lo que otros quieren para ellos.

Por ejemplo, si yo soy una persona masoquista y el dolor me produce placer, entonces siguiendo la premisa debería hacer sentir a otros dolor, porque eso es lo que deseo que me hagan a mi. O si yo soy una persona facilista, entonces en vez de enseñarle a mi hijo a que aprenda a hacer las cosas por si mismo, voy a ayudarle en todo para que no tenga que esforzarse porque así quisiera que me tratasen. Y así, podría seguir con miles de ejemplos, pero espero sean suficientes para generar la reflexión y el debate.

Espero sea claro que si bien ambas acciones se ejecutan con la mejor de las intenciones para hacer el “bien”, no están ayudando realmente a las personas que reciben ese trato. Probablemente sea lo contrario, en vez de hacerles un favor o un bien, estamos causándoles un daño.

Mi invitación entonces es a que reconozcamos que el “bien” no es un término absoluto. Que en el nombre del “bien” se han cometido grandes atrocidades a lo largo de la historia de la humanidad. Y que lo que es “bueno” para mi, no necesariamente es bueno para los demás.

Por consiguiente, esa visión individualista, de hacer a otros lo que quiero que me hagan a mi, debería tal vez transformarse en una visión más global, amplia o empática de “haz a los otros lo que quieras que ellos también hiciesen por ti, siempre y cuando eso sea lo que los otros también desean o necesitan de ti”.

Espero te guste esta moción y la apliques en tu vida. Y déjame tus comentarios al respecto o tus anécdotas de un “bien” que hiciste o te hicieron, que no resultó tan bueno.



*Imagen de Ilmars Zvirgzds en Pixabay.

Moción: tu peor enemigo eres tú

Hombre mirandose a sí mismo en un celular

Muchas personas desconocen que viven en el auto-engaño, razón por la cual se convierten en su peor enemigo sin darse cuenta. Estas personas suelen ser aquellas que afirman “así soy yo”, como excusa para no intentar cosas nuevas o perseguir sus sueños.

Es por este motivo que no me gustan las cosas que tienden a crear estereotipos porque muchas personas no entienden que sólo son guías, más no verdades en piedra. Los test de personalidad, liderazgo o aprendizaje, por ejemplo, son muy útiles para servir de punto de referencia, más no significa o no deberían interpretarse como estándares universales e inamovibles.

Es decir, que si un test dice que tu personalidad es servicial, tu estilo de liderazgo es directivo o que tu forma de aprendizaje es visual, eso no significa que así has sido siempre, que así eres y que no puedes hacer nada al respecto, sino que hoy, en esta foto, basados en tus respuestas, te ubicas en este estereotipo. Ya lo que decidas hacer con esa información es decisión tuya. Puedes decidir cambiar aspectos para que en una próxima foto estés en otro estereotipo o puedes seguir igual, sin cambiar nada, auto reforzando tu creencia de que así eres y que no hay nada que puedas hacer al respecto.

Por lo tanto desconfío profundamente de los signos zodiacales, las generaciones cósmicas o cualquier otra teoría que intente determinar cómo somos los seres humanos porque creer en ese determinismo nos lleva al auto-engaño y no permite que crezcamos como seres humanos. Pensar que según el mes del año en que nacimos, o bajo qué fase lunar, o que los pecados de cinco generaciones atrás determinan nuestra personalidad y lo que podemos ser o hacer desde que nacemos, me parece que nos convierte en nuestro peor enemigo.

No permitas que un estereotipo te encasille. Si no estás conforme con tu vida, cámbiala. No te limites sólo por pensar que “así eres” y que no puedes hacer nada al respecto. Deja de auto-engañarte y libera tu potencial, tus deseos y tu confianza en ti mismo.

Espero te haya gustado esta moción y déjame en los comentarios cuál ha sido tu mayor auto-engaño.



*Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.

Moción: ¿percepción o realidad?

Adulto mayor con gafas de realidad virtual

Con frecuencia noto en los medios de comunicación que frente a algunos temas, como por ejemplo la situación de inseguridad en las ciudades, los periodistas preguntan si es realidad o percepción, como si fuesen dos cosas diferentes. Sin embargo, la realidad no es otra cosa que el producto de nuestra percepción.

¿Es el chocolate sabroso en realidad o en percepción? Pues para todos aquellos a quienes les gusta el chocolate, este será delicioso, y para quienes no les gusta será desagradable. Así al 99% de la población le guste el chocolate, esto no significa que el chocolate sea algo sabroso en realidad, sencillamente la mayoría percibe el chocolate como algo que sabe agradable.

¿El temor a las mariposas es realidad o percepción? Pues para quienes le tienen pavor a las mariposas es algo muy real. Sin embargo, probablemente el 99% de la población no perciba las mariposas como algo peligroso así que no es real para ellos.

O ¿Es realidad o percepción un arcoiris? Pues físicamente el arcoiris no está ahí donde lo vemos, pero gracias a nuestra percepción sabemos de su presencia. Es decir que es real porque lo percibimos.

Por lo tanto, el tema de inseguridad en las ciudades, al igual que todos los temas, no se resuelve preguntando si es realidad o percepción. La pregunta tal vez de fondo es ¿por qué pese a que las cifras muestran mejores indicadores de seguridad, las personas se sienten más inseguras?.  

Un factor que influye creo yo es que los medios y las redes nos bombardean constantemente con noticias violentas, generando una percepción generalizada de inseguridad.  Sin esas noticias, sólo conoceríamos lo que nos pasa a nosotros mismos o a nuestros conocidos cercanos.

Por dar un ejemplo, digamos que en la esquina del barrio se reúnen siempre un grupo de jóvenes. Excepto que uno los vea robando, vendiendo droga, peleando o haciendo algún otro hecho que produzca la percepción de que es inseguro pasar cerca de ellos, uno pasará sin preocupación. Ahora bien, si varias personas empiezan a mandar mensajes negativos sobre ellos, entonces todo el barrio comenzará a temer por su seguridad, sin que haya evidencia alguna de que sean malas personas.

Por lo tanto, no importará que ellos mismos se consideren como buenas personas si todo el barrio los percibe como criminales. En cifras el barrio puede no tener ni un acto inseguro, sin embargo todos perciben el barrio como inseguro.

Y otro factor tiene que ver con la gravedad o severidad. Por ejemplo, una ciudad con cifras muy elevadas de robos, a manos de carteristas, puede ser percibida como más segura que una ciudad que tenga muy pocos robos, pero que hayan sido muy violentos. Que nos roben la billetera sin darnos cuenta genera una percepción muy diferente a perder la vida por el robo de la misma billetera.

Por consiguiente, es importante recordar que nuestra percepción construye nuestra realidad. Y que si no queremos crear percepciones o realidades infundadas, es mejor si hacemos un filtro adecuado de lo que compartimos en redes o con nuestros conocidos. Si no tenemos certeza de los hechos, probablemente sea mejor no compartirlo. O si el compartirlo no va a ayudar a producir más seguridad, entonces podría ser mejor no hacerlo.

¿Qué opinas tu?, ¿Todavía crees que la realidad y la percepción son diferentes? Y ¿cómo crees que podemos mejorar la percepción de inseguridad?



* Imagen de Andrea Piacquadio en Pexels.

Moción: Free guy (Película)

Poster de Free Guy

En días pasado me vi la película “Free guy, tomando el control” y me nació hacer una moción sobre un aspecto en particular: En el juego de la vida, ¿consideramos a todos los humanos como jugadores o consideramos que ciertas diferencias hacen que en nuestra vida haya jugadores y personajes no jugadores?.

Para que me entiendan mejor, en ciertos videojuegos existen los jugadores, personas que crean un “avatar” para existir en el mundo del videojuego, y existen los personajes no jugadores (NPC por sus siglas en inglés) que son los personajes creados por el videojuego para dar pistas, rellenar el espacio o para ser objetivos de las misiones, entre otras funciones. En general, los jugadores son los personajes importantes, reales y que evolucionan, y los NPC son irrelevantes, más allá de su funcionalidad, pues independientemente de lo que les pase, siempre permanecen inmutables.

Si esta situación la extrapoláramos a nuestra vida… ¿quiénes serían los jugadores y quienes los NPC?. Creo que la gran mayoría de las personas trata a los “suyos” como los jugadores y al resto del mundo como personajes no jugadores. Por lo tanto, como sólo logramos interactuar a profundidad con un pequeño número de personas cercanas a nosotros (familiares, amigos y conocidos), tendemos sólo a considerar a estas personas como los jugadores. Nos preocupa lo que les pasa y estamos atentos a su evolución. En resto del mundo es paisaje, son personajes no jugadores, por lo tanto no nos preocupamos tanto por ellos ni estamos atentos a su evolución.

Lo anterior es algo que considero normal, más no significa que esté bien, pues sin darnos cuenta nos va dividiendo y hace que tratemos a las personas de forma diferente. Por lo tanto, juzgo y trato a los míos de una forma y al resto de otra forma. Tiene prioridad lo que me afecta a mi y a los míos, y todo lo demás ya no es prioritario.  

Es por esto que algunas veces podemos percibir cómo algunas personas emiten juicios como “deberían matar a todos los criminales”, pero cuando algunos de los suyos entra en esa categoría, entonces ahí si “los criminales también tienen derechos y deben recibir un trato justo”.

Por consiguiente, la invitación como siempre es a respetar a todos y valorar sus vidas por igual. Independientemente si son familiares, amigos, conocidos o completos extraños, todos los humanos somos jugadores en este juego de la vida y por lo tanto no debemos tratar a nadie como un personajes no jugador cuya vida valga menos que la nuestra.


Moción en video:


Moción: cadena perpetua y pena de muerte

Prisionero

Ahora que la Corte Constitucional tumbó la iniciativa de la cadena perpetua para violadores de menores en Colombia, me parece importante que reflexionemos sobre la cadena perpetua y la pena de muerte, que en el fondo son lo mismo porque en ambos casos el condenado es sentenciado a morir en la cárcel, ya sea de inmediato o al final de su corta o larga vida.

En ambos casos, lo que siento que hay de fondo al promover este tipo de iniciativas es el deseo de separar la población entre los “buenos” y los “malos”, lo cual me parece un pensamiento simplista. Si cometes un acto atroz, eres una mala persona y debes ser excluido de la sociedad para la tranquilidad del resto. Es decir, lo que se busca es el “bienestar” social a costa de los derechos del condenado.

En estos casos se estigmatiza a las personas como “malas” y se niega cualquier posibilidad de resocialización. Por lo tanto, si en vez de buscar cadenas perpetuas o penas de muerte nos ocupáramos más por crear un sistema penitenciario que no sólo busque castigar (separar) sino también reparar a las víctimas y promover una adecuada resocialización para que los condenados puedan volver a reintegrarse y aportar a la sociedad después de pagar sus condenas, entonces creo todos ganaríamos más.

La sociedad estaría tranquila porque las condenados pagarían sus penas mientras se resocializan para aportar a la sociedad y los condenados serían tratados con dignidad. Creo que esto es lo que hay de fondo tras la decisión de la Corte. No se trata de no castigar con severidad a los criminales, se trata de hacerlo de forma digna, dejando siempre abierta la puerta para aquellos que quieran revindicarse y puedan resocializarse. De lo contrario, permitiendo la pena de muerte o la cadena perpetua, lo que hacemos es cerrar esa puerta. Naciste malo y morirás malo, sería la consigna.

Por lo tanto, como creo que nadie es 100% bueno o 100% malo, celebro la decisión de la Corte pero sueño con un mejor sistema judicial y penitenciario que realmente permita la resocialización de los condenados en vez de servir como “universidad” para aprender nuevas técnicas para cometer nuevos y más delitos. Sólo así estaremos creando una mejor sociedad para todos, no sólo para los que no estamos en las cárceles.

¿Qué piensan ustedes? ¿Están enojados con la Corte? ¿Por qué? Espero me dejen sus comentarios al respecto.


Te puede interesar la moción en video:


*Imagen de RODNAE Productions en Pexels.

Moción: codificando nuestra realidad

Mujer con código proyectado

En estos días he estado investigando sobre lenguajes de programación y me he llevado una grata sorpresa al ver cómo funcionan para poder crear software, videojuegos, páginas web, aplicaciones y demás. Obviamente son una réplica de la forma en que nosotros mismos construimos nuestra realidad a través de nuestro lenguaje, pero no obstante, creo que nos permite mirarnos a nosotros mismos desde otra perspectiva y aprender un poco de ellos.

Lo primero es que cada comando tiene un propósito. Cada afirmación que se escribe para codificar tiene un objetivo claro. En teoría nuestra comunicación funciona igual, cada afirmación o cada información que compartimos tiene un propósito, pero desafortunadamente nos olvidamos de esto. Nos comunicamos de forma automática, replicando viejos códigos, sin pensar en qué queremos lograr. Por lo tanto, para mejorar nuestra realidad, debemos hacer que cada comunicación tenga un objetivo.

Lo segundo es que el código se entrelaza por capas o niveles, respetando la jerarquía.  Por lo tanto, uno puede querer cambiar algo en un nivel, pero si otro nivel tiene más jerarquía, entonces los cambios no suceden como uno quiere. En la vida creo que es igual, muchas veces nos preguntamos por qué las cosas no pasan como deseamos y es probablemente porque estamos abordando la causa del problema donde no está. Debemos ir más profundo para atacar el aspecto con mayor jerarquía para lograr nuestras metas.

Por ejemplo, creo que hay personas que fuman, comen o beben por gusto o como resultado de otro problema como la ansiedad. En el caso de hacerlo por gusto, creo que muchas personas logran dejar de fumar, beber o comer inadecuadamente cuando reconocen que es un problema para su salud. Sin embargo, en el caso de los problemas de fondo, si las personas se centran en dejar de fumar, pero no en atacar la ansiedad, entonces puede que dejen de fumar, pero ahora empezarán a comer pues el código principal permanece.

Y tercero, cuando el código está muy denso, es cada vez más complicado editarlo para que haga lo que realmente queremos. Un cambio en un lado puede tener repercusiones en otro lado inesperado. Lo mismo creo que nos pasa a nosotros mismos. Nos hemos ido llenando de juicios, valores, creencias y códigos que ya ni siquiera sabemos que están ahí, pero que dictan nuestro comportamiento. Por eso es importante hacer una limpieza del código de vez en cuando. Es importante reflexionar sobre nosotros mismos para detectar que nos limita y así buscar la forma de eliminar esa limitante o de modificarla.

Espero estos tres aprendizajes (comunicar con propósito, buscar las causas raíces y depurar lo que sobra o no sirve) te ayude a codificar una mejor realidad para ti y los tuyos. Recuerda que la realidad es el resultado de nuestras propias historias, de nuestro código interno.


También se puede ver la moción en YouTube:


*Imagen de ThisIsEngineering en Pexels

Moción: vivir en sociedad

Personas en una estación de trenes

Vivir en sociedad implica sacrificar parte de nuestra libertad, debido a los acuerdos sociales que construimos para poder convivir. Las normas de tránsito limitan nuestra forma de circular, para que todos podamos transitar. Las leyes crear un marco de acción para que todos podamos disfrutar de los mismos derechos, mientras cumplamos con nuestros deberes. Y así, todo acuerdo social significa sacrificar algo para ganar la posibilidad de vivir en sociedad, de forma segura y feliz.

Desafortunadamente, veo con frecuencia que nos olvidamos de este principio básico de sacrificio por concentramos únicamente en lo que nos conviene como individuos, más no como sociedad. Y eso que la vida me ha dado la flexibilidad mental de ser más tolerante.

Por ejemplo, años atrás mis creencias dictaban que las normas deberían cumplirse a cabalidad, en todos los casos, sin importar nada más. Ahora mis creencias dictan que las normas deben cumplirse siempre que su no cumplimiento afecte a otros seres humanos, pues eso implica vivir en sociedad. Es decir, antes pensaba que pasarse un semáforo en rojo siempre era “malo”. Ahora considero que pasarse un semáforo en rojo, a las 2:00am, cuando se ha verificado que nadie viene en ninguna dirección, no es tan “malo” pues si bien es una violación a la norma, creada para vivir en sociedad, si esta no afecta a nadie más, entonces su cumplimiento no se vuelve una obligación social.

Sin embargo, y pese a esta flexibilidad mental, todos los días observo como todos tomamos la decisión de no cumplir con algunas normas sociales, aún afectando a los demás, sólo por beneficio personal. Ejemplos como parquearse indebidamente y generar mayor congestión, no usar tapabocas en espacios cerrados públicos, botar basura en la calle o discriminar a otros por alguna diferencia, son casos diarios en donde se evidencia que no hemos aprendido completamente a vivir en sociedad.

Por lo tanto, los invito a todos a estar más dispuestos a sacrificar nuestra libertad por el bien común. A restringirnos un poco para ganar como sociedad. A pensar siempre primero en los demás, antes que en nosotros mismos, especialmente cuando vayamos a tomar decisiones que sean contrarias a las normas sociales. Solo así creo aprenderemos a vivir en sociedad.

Espero te haya gustado la moción y te invito a compartir esos sacrificios que no haces o que notas que otros no hacen, para poder vivir mejor en sociedad.


Observa la moción en video en YouTube:


*Imagen de Skitterphoto en Pexels.

Moción: La justicia es subjetiva

Justicia

Muchos pueden pensar que la justicia debe y puede ser objetiva para que sin lugar a dudas se tomen decisiones basadas en la “verdad” de los hechos. Sin embargo, muchos olvidamos que la justicia también es subjetiva pues está presente la subjetividad del victimario, de la victima y del juez, como mínimo. Esto, sin considerar todos los demás involucrados en un caso.

Por lo tanto, excepto que haya pruebas irrefutables de los hechos cometidos y que contengan la confesión del delito, el proceso tiende a volverse un tire y afloje de subjetividades. Y aún, con pruebas claras y concretas, la justicia también analiza los motivos, que en todo caso son personales y subjetivos, razón por la cual termina siendo la condena una decisión subjetiva.

Por ejemplo, en video puede aparecer el momento específico de un aparente atraco, asesinato o acto de corrupción. Sin embargo, así se sepa quién disparó, robó o pagó, no se tiene más contexto de la realidad y de los motivos que llevaron a esa situación.  El ladrón podría ser alguien que buscaba recuperar sus pertenencia previamente robadas, el asesino podría ser alguien defendiendo su vida y la de su familia, y el que realiza el pago podría estar haciendo algo legal, o un acto ilegal pero no necesariamente un acto de corrupción. 

Los testigos por su parte, como buenos humanos, pueden creer haber visto u oído algo que realmente no era, o pueden confundir rostros o fechas, según su estado mental y emocional. Y claro, pueden tener motivos ocultos para mentir, como proteger a un ser querido o por necesidad o miedo.

En todo caso, y aún con pruebas y confesión, luego se necesita determinar el motivo o la intención, que aún con confesión puede ser una verdad a medias o una mentira.  Un contrabandista de drogas puede ser detenido en flagrancia pero según su testimonio y colaboración, el delito puede ser uno u otro, al igual que el castigo. Un asesinato con dolo o culpa es diferente ante la ley y tiene castigos y penas diferentes. Un robo puede tener situaciones atenuantes. Y así, todos los casos.

La ley es un papel, un texto, que debe interpretarse. Y los hechos siempre tienen multiples versiones e interpretaciones, así que pensar en una justicia objetiva es pedir un imposible. Lo que debemos hacer es crear mecanismos para recopilar la mayor cantidad posible de pruebas para que las instituciones tengan las herramientas para minimizar la subjetividad a tal punto que sea razonable para todos los involucrados la decisión final.

Por lo tanto, debemos denunciar cada vez que somos víctimas o testigos de un delito. Y si podemos, debemos tomar videos, fotos o audios de los delitos y compartirlos con las autoridades, no en las redes sociales. De esta forma le damos herramientas al sistema para minimizar la subjetividad, más no para erradicarla.

¿Cuál es tu opinión al respecto?


La moción puede ser vista también en YouTube:


*Imagen de Sang Hyun Cho en Pixabay.

Moción: Cobra Kai – La serie

Cobra Kai

He de aceptar que por algún tiempo me resistí a ver la serie de Netflix denominada “Cobra Kai” por pensar que sería una mala adaptación de las películas de “Karate kid”. Sin embargo tengo que reconocer que la serie me ha gustado, especialmente por la forma en que manejan la relación entre Johnny Lawrence y Daniel LaRusso, porque demuestran que la realidad es subjetiva y que sólo enfocándonos en las cosas que nos unen podemos construir relaciones positivas

Por un lado, la serie muestra otra faceta de Johnny Lawrence. El abusador de la película original se ha convertido en un “perdedor” sin propósito tras su encuentro con Daniel LaRusso. En este contexto, Johnny pasó de victimario a victima, convenciéndose a sí mismo que su fracaso es responsabilidad de LaRusso, negando su propia responsabilidad.

Por otro lado, Daniel se ha transformado en un hombre de negocios exitoso. En esta nueva faceta, parece haber olvidado sus orígenes humildes y de alguna forma se ha convertido en una persona que por creer estar en lo correcto, termina imponiendo su realidad, afectando a las demás personas. Es decir que Daniel sin darse cuenta ha pasado de ser víctima a victimario.

Por lo tanto, este sólo elemento ya hace interesante la serie porque nos demuestra que no hay bueno y malo, no hay victima y victimario, no hay correcto o incorrecto, pues todos estos conceptos no son más que construcciones mentales y sociales que hemos construido basados en nuestras experiencias previas. Es por esto que ambos se ven como enemigos y tienen problemas para entenderse.

Este aspecto de la relación introduce el segundo elemento que me llamó la atención. Y es que las pocas veces en que se olvidan que son enemigos, parece que encuentran que comparten mucho en común y que podrían ser grandes amigos. Sin embargo, siempre hay algún detonante que los convierte nuevamente en enemigos.

Lo importante es que estos enemigos jurados de vez en cuando olvidan sus rencores y se convierten en grandes amigos. Esto sucede porque dejan de enfocarse en las cosas que los separan y se concentran en las cosas que tienen en común. Si esto lo hiciéramos todos, nos daríamos cuentan que aún entre los mal llamados “enemigos”, hay muchos aspectos sobre los que se puede construir.

En conclusión, dejo a cada quien su interpretación sobre la serie, pero invito a todos a reconocer que nuestra verdad no siempre es la realidad de los demás, y que aún entre personas con intereses opuestos, hay aspectos sobre los que podemos construir conjuntamente.


Pueden ver la moción en YouTube:


*Foto: Cobra Kai – Netflix