Moción: Hechos y datos, no personas

Cuando te conviertes en un líder, en una organización, te enseñan que para hacer una buena retroalimentación a las personas que están a tu cargo, debes enfocarte en los hechos y en los datos, y no en las personas.  Desafortunadamente esto deberían enseñarlo en el colegio y en los hogares para que nuestras relaciones sean mejores y para que esto sea lo normal.

De nada sirve decirle a una persona que es impuntual, pues cuando ya la etiquetamos como tal, no hay oportunidad de mejora o cambio. Por el contrario, si retroalimentamos las 3 ocasiones en que la persona ha sido impuntual esta semana, por ejemplo, tenemos la opción de reflexionar sobre las causas que generan el incumplimiento y generar planes de acción para mitigarlo a futuro. Es por esto que debemos enfocarnos en los hechos que queremos mejorar o evitar, en vez de enfocarnos en etiquetar a las personas.

No obstante, como no nos lo enseñan cuando somos pequeños, niños, entonces crecemos enfocándonos en las personas y no en los hechos.  Creemos que si nuestra novia fue alguna vez infiel, lo será siempre, y no profundizamos en las causas que la llevaron a ser infiel en esa ocasión.  Si un compañero llega sucio un día al colegio, lo etiquetamos de cochino y no nos preocupamos por entender los hechos detrás de ese acto, con el propósito de evitarlo a futuro.

Es más fácil para todos, generalizar y etiquetar, que llevar un registro de los hechos que nos molestan o incomodan de las personas que nos rodean, así que en vez de conversar al respecto y tratar de llegar a acuerdos que erradiquen o minimicen estos actos, nos dedicamos a ofendernos los unos a los otros.  Siempre es lo mismo, nunca haces esto, eres un…, nunca cambiarás, son algunas de las frases que usamos permanentemente cuando peleamos con alguna persona, esperando que cambie, pero sin haberle nunca manifestado, con hechos y datos, qué ha hecho que nos ha molestado y cómo quisiéramos que lo hiciera de ahora en adelante.

Te invito a reflexionar sobre cómo retroalimentas a tus hijos, a tu pareja, a tus conocidos. ¿Lo haces basado en hechos y datos, buscando las causas y definiendo planes de mejora, o lo haces sobre la persona, etiquetándola y generalizando su comportamiento?.  Si lo haces sobre los hechos, genial, sigue así, pero si lo haces sobre las personas, te propongo que ajustes este aspecto en tu vida y que me cuentes tus resultados.  Estoy seguro que serán maravillosos.

 

Moción: Barra libre o Buffet

Para aquellos que hemos tenido el placer de ir a un hotel o restaurante que cuenta con barra libre o con buffet, es decir, que cuenta con una gran cantidad de comida disponible para la selección del ciente, sin importar la cantidad o el valor, esta moción podrá ser desilusionante.

Si bien es cierto que la satisfacción como cliente es total, pues no hay tiempos de espera y se puede comer todo lo que se quiera, y que para los negocios es funcional porque pueden atender a un mayor número de personas, en un menor tiempo, el desperdicio de comida es desproporcionado.

Diariamente estas empresas botan toneladas de comida a la basura porque por normas de sanidad y seguridad alimentaria no se pueden regalar ni donar. No obstante, el punto de esta reflexión no busca centrarse en qué hacer con toda la comida que se desperdicia, más vale está en pensar en cómo hacer para que la comida no se desperdicie, o al menos no en los niveles actuales. 

Se me ocurren dos alternativas:

  1. Erradicar los buffets o barras libres: Ya sea porque nosotros los consumidores dejemos de solicitar y comprar estos servicios o porque las empresas dejen de ofrecerlos como una acción para mitigar su impacto ambiental.
  2. Ajustar los procesos y nuestros comportamientos: Si erradicarlos parece muy abrupto, entonces no nos queda otra sino hacer ajustes para minimizar el impacto. Estas modificaciones las deben hacer las empresas pero probablemente signifique que nosotros como consumidores tendremos que hacer concesiones.

Por ejemplo, si el buffet del desayuno en un hotel es hasta las 10:00am, quince minutos antes el hotel debería dejar de cocinar y servir nuevo alimento y esperar que se acabe todo lo que ya se procesó.  En cuanto a nosotros como consumidores, debemos ajustar entonces nuestro comportamiento y entender que si nos levantamos a desayunar al límite del horario, no vamos a encontrar toda la comida ni recién salida del horno.

Otra opción sería que todas las noches, los hoteles nos encuestaran sobre a qué hora vamos a desayunar y qué queremos del menú del buffet, para que puedan planear mejor la producción de qué se necesita cocinar y en qué momentos según el flujo de los huéspedes. Esto podría parecer incomodo para nosotros los clientes y más trabajo para las empresas, pero podría ser un precio justo a pagar si logramos reducir el desperdicio de comida y recursos diarios.

¿Tienes alguna otra idea de cómo podríamos hacer para reducir este impacto?

Moción: Etiquetas

Gracias al lenguaje, nuestra forma de vida se ha facilitado mucho. Ya no necesitamos llevar a los demás hasta donde está el objeto y señalarlo para que ellos sepan a qué estamos haciendo referencia. Ahora solo con decir palabras como árbol, casa, agua, etc., es suficiente para entender a qué nos estamos refiriendo.

No obstante, parece ser que se nos ha olvidado que estas palabras o etiquetas que les ponemos a las cosas, no representan el todo en sí. Es decir, un árbol es más que eso, podemos determinar qué tipo de árbol es (Pino, Samán), hacer referencia a cierta parte del árbol (tronco, hojas, flor, fruto),  discutir su altura, anchor, edad, y miles de cosas más que hacen parte de lo que es un “Árbol”.

En este mismo sentido, desafortunadamente nos pasa con las personas. Creamos palabras o etiquetas para definirlas pero olvidamos que las personas son mucho más que simples etiquetas. Claro, usar referencia como alto, calvo, con camisa roja, cuando alguien está buscando a una persona es muy útil y facilita la comunicación. El problema está cuando nos aferramos a las etiquetas para definir a las personas.

Y tenemos etiquetas para todo. Etiquetamos por género, preferencia sexual, país de origen, color de piel, edad, discapacidad, religión, poder adquisitivo, preferencia política, equipo de fútbol, en fin, por cualquier cosa. Y lo grave es que nos creemos las etiquetas y pensamos que todos los que tienen esa etiqueta son iguales. Nos cerramos a la posibilidad de conocer seres humanos maravillosos, o terribles, pero seres humanos únicos, por el sencillo hecho de haberlos definido en una sola palabra, en una etiqueta.

Te invito entonces a ver y comunicarte más allá de las etiquetas. Date la oportunidad de conocer personas diferentes a ti, sin pre-etiquetarlas. Disfruta definiendo a tus seres queridos en 50 etiquetas o más, no sólo en una o dos como solemos hacerlo. Finalmente, no juzques a nadie por las etiquetas que otros les han puesto, tomate el tiempo para conocerlas y ahí si, construye las etiquetas que consideres mejor las definen.

Recuerda, las etiquetas no son malas, facilitan nuestro proceso comunicativo, pero recuerda que son sólo eso, no son estándares universales, no son fórmulas simplificadoras ni definiciones sin peso. Cada etiqueta viene cargada con un peso según nuestros juicios y valores. Por lo tanto, no las uses sólo por repetirlas o porque están de moda. Úsalas sabiamente, para que representen todo lo que quieres expresar.

Especialmente ahora, en tiempos modernos, en los tiempos de #Etiqueta, piensa y valida muy bien lo que estás expresando en una sola palabra o etiqueta.

Moción: Amor ciego – Película

En el 2001 Gwyneth Paltrow y Jack Black protagonizaron la película “Shallow Hal”, o “Amor ciego” en Español.  En esta comedia, el superficial Hal es hipnotizado para que pueda ver la belleza interior manifestada físicamente en una persona.  Si bien podría discutir sobre la película en sí, lo importante para esta moción es que la película destaca un elemento crucial para nuestro entendimiento de la realidad: La realidad es lo que percibimos y cómo lo interpretamos.

Todos vivimos hipnotizados porque percibimos la realidad a través de nuestros limitados sentidos e interpretamos lo que percibimos basados en los juicios y valores que hemos ido acumulando en nuestras vidas.  Si bien el concepto de belleza es genérico, lo que entendemos por bello cambia constantemente en la medida que nuestros juicios y valores cambian. Lo que era bello hace 1.000 años o hace 30 años, puede ya no parecernos bello. Si no me creen, los invito a vestirse y peinarse como hace 30 años a ver si se sienten bellos como para salir a trabajar o a estudiar de esa forma.

La pregunta entonces es ¿Por qué nos parecía bella esa forma de vestir y peinarse hace 30 años y ahora no? Nuestros sentidos siguen siendo los mismos, así que lo único que ha cambiado es la forma en que interpretamos lo que percibimos.  Nuestros juicios y valores han cambiado gracias al mercadeo, las nuevas tecnologías,  nuestras experiencias y miles de cosas más que pasan a diario que nos van ajustando la forma de percibir. Esto lo que significa es que siempre percibimos el mundo con cierto filtro, el filtro de nuestros juicios y valores, es decir, hipnotizamos nuestro cerebro para que interprete lo que percibe, a través de los sentidos, de cierta manera.

Por lo tanto, no dejes que la sociedad te imponga su filtro, su hipnosis. No es necesario percibir el mundo de la misma manera para ser felices, por el contrario, la felicidad está en entender y aceptar que todos percibimos el mundo de diferentes maneras, lo que nos hace únicos e irrepetibles.

Finalmente, los invito a verse la película, o a volver a verla, prestando atención al mensaje de fondo, más allá de las risas, sobre lo que es la realidad y cómo la percibimos y la interpretamos.  Y recuerda… Si estás enamorado de la persona más maravillosa del mundo, no prestes atención a lo que otros puedan decir,  cree en tus sentidos, en tus juicios y valores, en tu realidad y en la otra persona.

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Moción: Día de sobrecapacidad de la tierra

En días pasados la ONG Global Footprint Network informó que el 1ro de agosto de 2018 sería la “fecha en la que habremos utilizado todos los árboles, el agua, el suelo fértil y los peces que la Tierra nos puede aportar en un año“, siendo la fecha más temprana registrada desde que empezó a contabilizarse el “Día de Sobrecapacidad de la Tierra”, a principios de los setenta.  En el mismo informe también mencionan que “habremos emitido más dióxido de carbono del que los bosques pueden absorber”. Esto significa que en las condiciones actuales de consumo en el mundo, necesitariamos 1,7 planetas Tierra para satisfacer nuestras necesidades.

Por lo tanto, es de vital importancia para la supervivencia de los seres humanos, del planeta  y de todas las especies que lo habitan, que empecemos a revertir esta tendencia lo antes posible.  Necesitamos llegar al punto de equilibrio en donde todos los recursos que necesitemos para vivir un año más en este planeta se puedan producir en ese mismo periodo, o incluso antes. De lo contrario, el mundo será inviable en pocos años.

Este es un principio básico de administración de recursos.  Si hoy en día necesitamos “X” cantidad de recursos para sobrevivir en un año y no los tenemos, entonces tenemos dos o tres soluciones:

  1. Aumentar la producción de los recursos: Sembramos más árboles para suplir la demanda que necesitamos para absorber los niveles de dióxido de carbono que estamos emitiendo, ampliamos los campos productivos para producir más alimentos, etc. El inconveniente con esta solución es que nuestro planeta es finito, al igual que nuestros recursos, por lo tanto podemos tratar de hacer un uso más eficiente y productivo del espacio disponible, pero eventualmente llegaremos a un límite de la capacidad productiva del planeta.
  2. Reducir nuestro consumo: Es hora de salirnos de nuestra zona de confort y empezar a reducir nuestra huella en el planeta. Necesitamos no solo dejar de consumir productos altamente nocivos con el medio ambiente, como el plástico, sino también dejar de consumir los recursos que nos suministra el planeta.  Compra sólo lo que te vas a consumir, extiende la vida útil de tus pertenencias, usa responsablemente el agua, etc. Es importante que revises tus acciones de consumo y te plantees nuevas alternativas.  No se trata de dejar de consumir o pasar hambre y necesidad, se trata de consumir lo justo.
  3. Todas las anteriores:  Si queremos revertir el proceso lo antes posible, tenemos que hacer ambas cosas, seguir aumentando nuestra capacidad productiva sin afectar el planeta y reducir nuestro consumo a lo justo.

Ahora bien, lo importante es empezar, poco a poco, paso a paso. Puede que estes pensando que es una tarea imposible y que no valdría la pena intentarlo si todos no estamos de acuerdo y en la misma línea de pensamiento. No obstante si esperas a empezar cuando llegue ese momento, te lo aseguro, será muy tarde. No esperes a que el mundo te obligue a cambiar, obliga al mundo a cambiar. Si hoy empezas tú, mañana tu familia, luego tu comunidad, en poco tiempo todos estaremos ayudando al planeta y a nuestra supervivencia.

Moción: Lenguaje y Comunicación

Todos los seres humanos que vivimos en sociedad aprendemos desde niños uno o varios lenguajes que nos permiten expresar nuestros pensamientos y emociones. Estos lenguajes son los idiomas como el Español, el Inglés y el Francés,  son los gestos o señas, son la pintura, la música, la matemática, la computación o cualquier otro sistema que nos permita comunicarnos, es decir, transmitir información a un receptor encargado de decodificar el lenguaje e interpretar el mensaje.  Por lo tanto, en palabras sencillas, el proceso de comunicarnos es el proceso mediante el cuál ponemos en común información, la cual siempre busca generar una acción en el interlocutor.

El problema está en que solemos pensar que si usamos el mismo lenguaje, todas las personas que reciban la información interpretarán el mensaje de la misma manera y actuarán como lo deseamos.  Igualmente, solemos pensar o creer que nuestro proceso de comunicación no siempre busca generar una acción, que simplemente estamos compartiendo información.  Lo cierto es que nuestro cerebro es selectivo, por que así lo hemos educado, y por lo tanto suele prestar atención a lo que nos interesa y tiende a olvidar lo que no. Es un experto creando atajos. Es por esto que cada persona expuesta al mismo mensaje puede interpretar y reaccionar diferente, al igual que independientemente si somos consientes o inconsientes, siempre estamos buscando generar una acción en nuestro interlocutor cuando lo exponemos a nuestro mensaje.

El reto por lo tanto está en cómo ser más consientes al momento de comunicar para que el mensaje que estamos poniendo en común sea entendido como queremos y genere la acción deseada.

  1. Conocer a nuestra audiencia y adaptarnos a ella. En la medida en que conocemos mejor al receptor de nuestro mensaje, porque sabemos qué le gusta, que le llama la atención, cómo prefiere comunicarse, etc., estaremos más cerca de comunicarnos de la forma adecuada, es decir, de la forma en que el receptor interpretará más fácilmente nuestro mensaje.
  2. Tener claro nuestro objetivo. No debemos dejar nada por sentado, por dicho, por lo tanto tenemos que tener total claridad de por qué estamos comunicando y qué queremos lograr con esto.
  3. Pedir confirmación. Debemos asegurarnos que nuestro interlocutor interpretó correctamente y actuará de la forma en que deseamos, es por esto que lo mejor es directamente pedir confirmación, es solicitar que nos digan qué entendieron y qué van a hacer con la información que recibieron. Si responden lo que estabas esperando como emisor, genial, de lo contrario debes seguir puliendo el mensaje hasta que sea perfecto.

Estos 3 simples consejos, si los aplicas, cambiarán profundamente tu vida.  Si en el trabajo te ha pasado que solicitas alguna tarea o información y cuando te la traen es algo totalmente distinto a lo que esperabas, entonces debes aplicar estos consejos. Si en tu vida personal, al hablar con tus amigos, familiares o pareja, ellos responden de forma inesperada a tu comunicación, es porque necesitas aplicar estos 3 principios.

Finalmente, esto es o será de vital importancia para tu vida si comprendes que el mundo y nuestras realidades colectivas se construyen es a través de la comunicación y el lenguaje.  En la medida en que tu comunicación sea mejor, más asertiva, el mundo que te rodea será más como lo esperas, se comportará como lo deseas y reaccionará como quieres.  Por el contrario, entre menos control tengas sobre la forma en que te comunicas, menos control tendrás sobre el mundo que te rodea.

 

Moción: ¿Qué es la realidad?

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Desde niños nos enseñan que la realidad es una sola y nos instruyen para diferenciar entre lo que es objetivo y lo que es subjetivo. Sin embargo, yo considero que no hay nada objetivo en el mundo, que todo es subjetivo, y que por lo tanto no existe una única realidad sino que existen tantas realidades como seres humanos en el planeta.  Lo que denominamos realidad no es más que el conjunto de nuestras realidades individuales que al socializarse, se vuelven realidades sociales o colectivas. Y entre más colectivas, más “reales” o más “ciertas” se vuelven.

Con esto no estoy diciendo que las cosas en general no sean reales, nosotros, los animales, las plantas, los objetos, y todas las cosas “objetivas” a nuestro alrededor existen, lo que pasa es que para saber que existen, estos elementos deben pasar por nuestros sentidos y por nuestros lenguajes, para que podamos interpretarlos. Y ya, en el momento en que entendemos que la realidad necesita ser interpretada, deja de ser una realidad única, y se convierte en la realidad de cada ser vivo debido a que todos interpretamos el mundo de diferentes maneras.

Todos percibimos el mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos. Y gracias al lenguaje, hemos podido socializar lo que percibimos, haciendo que compartamos esa realidad. No obstante, mientras no podamos vivir en el cuerpo de otra persona, no podremos saber a ciencia cierta si lo que todos denominamos verde, es percibido de la misma forma por todos, o si el olor de las rosas es el mismo, o si el sabor del chocolate es igual para todos. Claro, todos vemos, olemos y probamos, y decimos verde, rosa, chocolate, porque a través del lenguaje hemos etiquetado ese color, olor y sabor. Pero ¿estamos seguros que lo percibimos igual? Con certeza los daltónicos te podrán decir que el cielo es azul, porque a través del lenguaje les han enseñado que es azul, pero sabemos que el color que ellos ven es muy diferente al que nosotros percibimos. Y esto no significa que el nuestro es el color verdadero y que el de ellos es falso, sencillamente ambos son verdaderos, solo que uno está más socializado que el otro.

Cientificamente hemos demostrado que los animales no perciben el mundo como nosotros. Esto no significa que ellos están equivocados y que nosotros tenemos la razón, sencillamente ellos perciben la realidad a su forma para poder sobrevivir y nosotros hacemos lo mismo. Todos vemos diferentes aspectos de la realidad, pero nunca podremos percibirla en su totalidad. Y querer imponer nuestra forma de percibir el mundo a los demás seres vivos, sería el fin del planeta. Hoy sabemos que la forma de percibir de las abejas les permite percibir el polen y por eso son tan importantes como vectores de polinización. Si eliminaramos esa caracteristica y la reemplazaramos por nuestros sentidos, el polen dejaría de ser transportado por las abejas y estaríamos en grave riesgo de extinción.

De esta misma forma, tratar de imponer nuestra realidad a los demás seres humanos, como si la realidad fuese una sola, no solo es practicamente imposible sino que implicaría un gran uso de fuerza y violencia que sería muy perjudicial para nuestra existencia. No obstante, entre más socializadas y colectivas son las realidades, más fácil es la interacción humana. Es por esto que buscamos estandarizar, etiquetar y homologar la realidad para que sea más manejable, pero no debemos nunca olvidar que esto es un medio, más no un fin. Es decir, la homologación nos permite vivir mejor, más fácil, pero no debe ser nunca el objetivo, puesto que querer llevar a toda la raza humana a que perciba el mundo de la misma forma sería acabar con nuestra propia naturaleza humana.

Por lo tanto, acepta la diversidad, disfruta de la diferencia y enriquece tu realidad, entendiendo que no hay una sola realidad sino que cada ser humano vive su propia realidad. No trates de imponer tu realidad a la fuerza, solo expresala y si es lo suficientemente atractiva, las demás personas la aceptarán voluntariamente.

Bienvenidos

Mociones de vida es un blog que tiene como objetivo generar reflexiones sobre temas de nuestra vida moderna, como la ética y los valores, la comunicación y la forma en que socializamos y construimos nuestra realidad, el cuidado y la sostenibilidad del planeta,  cómo ser felices y muchos temas más que nos afectan en el día a día.

Y el propósito de generar reflexiones sobre estos temas en que podamos movilizarnos, alterar nuestra forma de pensar, comunicar y actuar para que juntos construyamos un mejor planeta, un mundo viable a futuro, en dónde todos podamos vivir felices y sentirnos plenos.

Espero te vincules activamente, participes de las mociones y poco a poco vayamos construyendo el futuro que soñamos. Déjate tocar por las reflexiones, movilízate y rétate a pensar, comunicar y actuar diferente.  No esperes a que las demás personas cambien, cambia tu primero y lidera con el ejemplo.

Finalmente, estas mociones no pretenden ser teóricas o formales, son solo el resultado de mi vida, mis conocimientos, experiencias, juicios y valores que me llevan a construir esta realidad, mi realidad.

De todo corazón, gracias.

Sebastian Carvajal