Después del lanzamiento de mi segundo libro, “Cuando la humanidad creó a los dioses”, les pregunté si había temas sobre los que les gustaría que hablara en mis mociones y un amigo me recomendó este tema, así que hoy quiero invitarnos a reflexionar sobre la superación personal.
Lo primero es que sin duda es un tema muy popular en la literatura y en internet. Una búsqueda rápida en google nos arroja casi 25 millones de resultados relacionados con superación personal. Y por eso creo que todos nos hemos cruzado alguna vez con alguna publicidad que nos invita a comprar un libro, ha seguir una rutina de ejercicio, a hacer una dieta, a contratar un coach o a seguir los 5, 7 o 10 simples pasos para lograr la superación personal.
Todo este tipo de material parecería indicar que existe una fórmula mágica para la superación personal, lo cual no creo que exista, como lo comenté en mi moción “No hay respuestas técnicas para los problemas humanos”, porque eso implicaría creer que existe una verdad absoluta, que hay un definición real de lo que significa ser humanos y sobre las metas que debemos alcanzar. Aceptar esto significa que sólo podemos alcanzar la felicidad o sentirnos realizados de una forma y que todos debemos comportarnos de la misma manera.

Adicionalmente, si analizamos el término, creo que el enfoque está totalmente equivocado. Superar siempre hace referencia a otra cosa, persona o límite a sobrepasar, por lo tanto, la superación personal nos estaría indicando que hay algo que debe ser superado, en este caso tu mismo, tu personalidad o tu ser. Debes superar tus limites, debes sobrepasar a los demás, debes ser más y/o debes ser mejor. Pero todo esto nace de una comparación, cuyo mensaje central es que “tu no eres suficiente” y que por eso debes superarte.
Obviamente creo que es un mensaje nocivo, porque creo que todos somos suficientes y perfectos a nuestro modo. Claro, uno puede querer cambiar algo de si mismo, pero eso no te va a hacer mejor o no significa que te estés superando, sólo traduce que ahora eres diferente y que no eres como eras antes. La transformación personal no debería verse como una superación, porque no deberíamos compararnos nunca con algo más, especialmente si es algo externo, porque lo que hoy consideramos “mejor” puede ser “peor” mañana.
Piensa en una mariposa, por ejemplo. La mariposa no piensa que se superó a si misma, que dejó de ser gusano para ser mariposa, sencillamente se transformó. Antes era gusano y ahora es mariposa, ambos estados son necesarios y no hay uno mejor que otro, sencillamente son.
La realidad es subjetiva, no hay verdades absolutas o eternas, por lo tanto no trates de superarte o ser como alguien más, sólo trata de aceptarte y ser feliz como eres, y si no lo eres, cambia, pero nunca sintiendo que te estás “superando”, sencillamente aceptando que estás transformándote para lograr ser más feliz, lo cual no implica ninguna superación.
Y claro, si necesitas ayuda para aceptarte y ser feliz, busca ayuda, ya sea un psicólogo, un psiquiatra, un coach o un amigo, no para que te ayuden a superarte sino para que te ayuden a que tu mismo encuentres tu propia felicidad.
Por lo tanto… ¿superación personal? no lo creo. Deberíamos mejor hacer referencia a “aceptación personal” o “transformación personal”. ¿Qué piensas tú? ¿Aún quieres superarte personalmente?
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