Moción: Tips de viabilidad – Parte 7

Tip 7: Decisiones globales.

Para hacer viable nuestro planeta, no bastan decisiones localizadas y particulares, debemos promover decisiones que involucren a todos los gobiernos y ciudadanos del mundo, porque en un planeta tan hiperconectado, hiperdependiente y sobrepoblado como el nuestro, cada vez más, las acciones de un estado tienen inmensas repercusiones sobre la totalidad del planeta. Y afortunada o desafortunadamente lo estamos evidenciando en este momento.

Hoy es un virus, que apareció en una población de un país y que en el transcurso de un par de meses transformó nuestra realidad, acabó con la vida de más de 350.000 humanos (y contando) y puso a temblar a todas las economías del mundo. Ayer fue un hueco en la capa de ozono, que nos obligó a tenerle una especie de miedo al sol y a usar bloqueador solar todos los días, por los daños que puedo causarnos la exposición prolongada.

Y mañana puede ser cualquier cosa que hayamos imaginado en películas de ciencia ficción o peor aún, que ni siquiera hayamos podido dimensionar. La contaminación de nuestras fuentes hídricas, la polución del oxígeno que respiramos, el deshielo de los polos, la fractura de la corteza terrestre, la erradicación de las abejas, otro virus, bombas atómicas, desechos tóxicos, etc. Esto puede pasar, sólo con que algún país haga algo que atente contra el planeta, porque si bien las consecuencias inmediatas se verán en primera instancia en ese país, las consecuencias a corto, mediano o largo plazo las veremos en todo el planeta.

La Tierra es una sola entidad, hiperconectada, como cualquier organismo, como nuestro cuerpo, y cualquier enfermedad, por pequeña que parezca al principio, puede complicarse y afectar a todo el ser. Por lo tanto, si bien es un principio que algunos países firmen acuerdos para la reducción de sus emisiones de carbono, para la reducción del consumo de plástico de un sólo uso, para no aprobar el uso del fracking, y sobre otros temas que hemos ido descubriendo que afectan al planeta, no es suficiente. Los acuerdos deben ser firmados y cumplidos por todos los países del planeta.

Una sola célula cancerosa que se deje en el cuerpo, puede multiplicarse hasta acabar con él. Lo mismo le pasa a nuestro planeta, un sólo gobierno que siga destruyendo sin control todos los recursos naturales y que siga envenenando al planeta, podría terminar causándole la muerte.

Por lo tanto, debemos empezar a movilizar a nuestros gobiernos para que se comprometan con el planeta, para que ejerzan sus relaciones internacionales y fomenten acuerdos globales que hagan viable nuestro mundo. Sé que todos tenemos nuestras propias perspectivas e intereses, y que en nuestro micromundo, los temas básicos de nuestra subsistencia pueden parecer más relevantes, pero si logramos alejar la mirada un poco, para observar globalmente, podremos revisar con más objetividad si nuestros intereses ayudan a hacer viable el planeta o no.

¿Nuestros objetivos personales y económicos atentan contra el planeta? o ¿Vale más nuestra capacidad económica que dejar un planeta habitable para las generaciones futuras? Estas son preguntas que debemos empezar a hacernos para movilizarnos y exigir a nuestros gobiernos a que se movilicen en la misma línea. ¿Es más importante que el estado genere ingresos y empleos a corto plazo, o que el estado garantice la viabilidad del planeta? Creo que la viabilidad va primero, así que es importante buscar otras alternativas que generen ingreso y empleo, sin afectar al planeta.

Dejemos de pensar únicamente en el ahora y en nosotros mismos, para pensar más en el después y en todos nosotros. Sólo así, cuando todos pensemos en el futuro y en el bienestar de todos, podremos tomar decisiones globales que hagan viable nuestro planeta y nuestra existencia.

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Moción: Tips de viabilidad – Parte 6

Tip 6: Todos los excesos son nocivos.

Creo que lo hemos escuchado muchas veces y espero que muchos estén de acuerdo con la afirmación, no obstante siento que lo aplicamos selectivamente. En términos generales lo relacionamos con temas de salud. Entendemos que no comer nada o comer demasiado es malo para nuestro cuerpo; no hacer nada de ejercicio o sobre exigirse afecta nuestro cuerpo; y no dormir en absoluto o pasar muchas horas acostado afecta nuestra salud física y mental.

Sin embargo, deberíamos aplicarlo en todas las esferas de nuestra vida, especialmente en el aspecto económico. Por vivir en una sociedad capitalista, nos han educado a desear tener más dinero, producir más y consumir más. El problema de esto es que siempre vivimos inconformes con lo que tenemos, por un lado, y por el otro lado es que hemos llevado al planeta al límite de su producción y renovación.

A nivel personal, a las personas que son felices con lo que tienen, las tildamos de pasivas y que les falta ambición, como si fuese algo malo. Pensamos que la ambición siempre es buena, pero hemos perdido de vista que en exceso, se vuelve nociva para nosotros y el planeta. Está muy bien querer tener más, mientras eso no signifique sacrificar nuestra felicidad. Nos mentimos a nosotros mismos que este sacrificio es temporal para poder tener mucho dinero para disfrutar en el futuro, pero no sabemos si llegaremos a ese futuro o las secuelas con las que llegaremos.

A nivel corporativo, no estamos satisfechos con producir un buen producto y servicio, que brinde satisfacción a nuestros clientes actuales y que genere estabilidad para nuestros empleados y accionistas. Siempre buscamos tener más clientes, ganancias, presencia y participación, sin reconocer igualmente que en exceso, pone en riesgo nuestra propia existencia. Poco reflexionamos sobre los recursos naturales que necesitamos para seguir creciendo, creemos que son infinitos y que se renovarán por arte de magia, y hacemos muy poco para garantizar que no se acaben.

Por lo tanto, la invitación es a buscar siempre el equilibrio, el centro, porque todos los extremos son nocivos para nosotros mismos, para los demás o incluso para el planeta entero. O acaso… ¿crees que hay algún extremo que no sea nocivo? Si es así, déjame tu comentario.

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Moción: Tips de viabilidad – Parte 5

Tip 5: Cambia tu comunicación para cambiar el mundo.

Vivimos en una constante programación de nuestro ser, mediante lo que sentimos, pensamos y hacemos. Lo que somos hoy, es el resultado de todo lo que hemos sentido, pensado y realizado a lo largo de nuestras vidas. Por consiguiente, si queremos cambiar el mundo, hacerlo más viable, debemos empezar por cambiar nosotros. Reconstruir nuestra programación para empezar a actuar, pensar y sentir de forma diferente.

Como estos caminos neuronales ya están fuertemente definidos, frente a situaciones similares reaccionamos de la misma forma, como lo haría cualquier animal. Frente a un estimulo, una respuesta. Afortunadamente los seres humanos tenemos la posibilidad de detenernos a procesar lo que nos está pasando antes de actuar. Y esa es la primera invitación: Si queremos re-programarnos a nosotros mismos y re-programar el mundo, debemos empezar a implementar una pausa entre el estímulo y la respuesta.

Al no reaccionar y tomarnos un breve tiempo para procesar lo que nos está pasando, podemos elegir si actuamos de la misma forma que siempre, o si actuamos de una forma diferente y mejor. Podemos escoger mejor nuestras palabras y la forma de comunicarlas. Y esto hará que actuemos diferente. Al principio, puede que nos cueste un poco de trabajo caer en cuenta para hacer la pausa y elegir un nuevo camino, pero en la medida en que lo hagamos, se irá consolidando un nuevo proceso neuronal, que se volverá nuestra nueva realidad.

Cada vez que pensamos nuevas alternativas, actuamos de forma diferente y sentimos cosas distintas, entrando así en el ciclo de la re-programación. Por lo tanto, esta es la segunda reflexión: Después de la pausa, piensa y organiza tu comunicación de tal forma que te permita re-programarte y cambiar el mundo para que sea viable. Si tu comunicación es asertiva, positiva y constructiva, los resultados serán en la misma vía. Por el contrario, si tu comunicación es deficiente, negativa y destructiva, los resultados serán iguales.

Pensemos en la última vez que dijimos e hicimos algo que lastimo a alguien, que provocó un resultado no deseado y/o que nos hizo sentir mal. Ahora pensemos cómo podríamos hacerlo diferente la próxima vez, para que los resultados sean distintos, mejores. En la medida en que aprendamos de nuestros errores y ajustemos nuestro ciclo de programación pensar, actuar y sentir, percibiremos cambios importantes en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea.

¿Cómo está tu ciclo de programación, constructivo o destructivo?

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Moción: Tips de viabilidad – Parte 4

Tip 4: Expresar para construir.

Expresarnos, como lo indica el origen de la palabra, significa quitarnos una presión de encima. Es una presión que ya no es (Ex-Presión). Por lo tanto, expresar nuestras emociones y pensamientos es un ejercicio terapéutico que nos permite liberarnos de todas las cosas que presionan nuestro ser. No hacerlo permanente o gradualmente, hace que nuestros sentimientos vayan generando una presión incontenible, que nos lleva a estallar eventualmente.

Cuando la presión no es mucha, tenemos mayor capacidad para medir y controlar nuestras palabras y emociones al momento de expresarnos. Cuando es alta, la probabilidad al descontrol es mayor, y pese a que al explotar liberamos la presión, nuestra presión, es posible que no lo hagamos de la mejor manera, lo que trasladará la presión a nuestro interlocutor. La presión no se dispersa del todo, se traslada, haciendo que el interlocutor la sienta como un golpe, una amenaza o un ataque violento.

Por consiguiente, siempre es mejor expresarnos cuando la presión es baja, permitiéndonos controlar mejor el impacto que puede tener nuestros sentimientos y opiniones en los demás, para que ellos puedan recibirlos de la mejor manera. Adicionalmente, expresar sólo cosas negativas, sin un claro objetivo, más allá de manifestar el sentir, no aporta mucho en el ejercicio de liberar la presión y especialmente en el ejercicio de construir a partir de nuestras emociones y pensamientos.

Quejarnos por quejarnos no sirve para mucho. Expresar que la situación está terrible, que la gente es inconsiente, que el planeta está sufriendo, etc., está bien para liberar un poco la tensión, pero no va más allá, no nos permite conocer realmente qué de toda la situación, la gente o el planeta nos afecta y especialmente, no nos permite construir algo. Debemos por lo tanto aprender a expresar, lo bueno y lo malo, siendo más concretos y específicos, y teniendo en cuenta qué queremos construir a partir de las cosas que expresamos.

“No me gusta tal cosa, creo que sería mejor de esta forma”. “Estoy aburrido de esto, quisiera hacer esto otro”. “Me encanta, sigamos así”. Estas frases, por ejemplo, son mejores para ayudarnos a expresar nuestros sentimientos y pensamientos y permiten la puesta en común con nuestro interlocutor, de tal forma que podamos construir en conjunto a partir de nuestros sentimientos.

Finalmente, si queremos hacer viable nuestro mundo para todos, debemos aprender a expresarnos saludablemente y buscando siempre que el objetivo sea construir, no destruir. ¿Con qué frecuencia expresas los sentimientos o ideas que te presionan internamente? y cuando lo haces, ¿Buscas construir o mejorar algo, o sólo lo haces para quejarte, renegar y ofender?

Espero esta reflexión nos ayude a reconocer la importancia de expresarnos para construir. Y si te gustó, te invito a leer mi libro “Ética para un mundo viable“.


Moción: Tips de viabilidad – Parte 3

Tip 3: Entrenar nuestro cerebro para ver lo que nos une.

Nuestro cerebro animal nos impulsa siempre a estar pendientes de lo diferente, porque puede representar un potencial peligro para nosotros, y es gracias a él que sobrevivimos a los riesgos del día a día. No obstante, si lo que queremos no es sólo sobrevivir individualmente sino construir un mundo viable para todos, no basta con hacerle caso a nuestro cerebro reptiliano.

Debemos entrenar a nuestro cerebro para que se fije también en lo cotidiano, lo normal, lo que nos hace iguales y especialmente en lo que nos une como especie en este planeta. Como vivimos en modo alerta, gracias a nuestra lado animal, el día a día lo transitamos en piloto automático, sin poner mayor atención porque es algo conocido, normal y seguro.

Damos por hecho que mañana saldrá el sol, que nuestros familiares, parejas y amigos estarán ahí, como lo han estado en el pasado, y que el día transcurrirá igual al día anterior. En consecuencia, la cotidianidad se nos vuelve paisaje y sólo nos detenemos a pensar cuando algo no ha salido de acuerdo al plan, cuando algo es “diferente” e irrumpe nuestra vida. Es entonces cuando toda nuestra atención se centra en lo distinto para tratar de entender si es un peligro y ver como lo mitigamos.

El problema es cuando nos quedamos sólo en este estado de “encuentra la diferencia“. Detectar problemas y mitigarlos para evitar riesgos es natural y beneficioso. No obstante, hace que nos olvidemos de todo lo que nos hace iguales y nos une, para sólo permitirnos ver lo que nos hace diferentes, separándonos entre lo que es “igual, normal y seguro” y lo que es “diferente, anormal e inseguro”. Si queremos hacer de este mundo, un planeta viable para todos y para muchas generaciones futuras, debemos re-entrenar nuestro cerebro para no vivir en modo automático, para que la cotidianidad no se nos vuelva paisaje, para poder ver más allá de las diferencias y poder encontrar lo que nos une.

Sólo dejando de ver las diferencias y centrándonos en lo que nos une, es que podremos construir colectivamente una realidad viable para todos, independientemente de nuestras diferencias. Re-eduquemos nuestros cerebros, pasemos de modo “encuentra la diferencia” a “encuentra la similitud”. Disfrutemos cada día como si fuese el último, porque nadie ni nada nos garantiza que no lo sea, pero buscando siempre aportar a construir un mundo viable para todos por igual.

¿En qué modo vives tu vida? ¿Buscando diferencias o buscando similitudes?

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Moción: Tips de viabilidad – Parte 2

Tip 2: Todas las vidas tienen el mismo valor.

Si estamos de acuerdo con el tip anterior y reconocemos que todas las realidades son válidas porque no hay una realidad objetiva universal, entonces debemos aceptar que todas las personas tienen el mismo valor, independientemente de su raza, género, creencia, posición económica, ideología, país de origen e incluso estados mentales.

Nadie puede estar por encima de nadie para poder decidir quitarle la vida. Aceptar y permitir lo anterior es legitimizar la violencia y no reconocer que todas las vidas tienen el mismo valor. Matar por necesidad, venganza, creencia o cualquier otro motivo debe estar descartado de ante mano si queremos hacer de este mundo, un mundo viable para todos. Si no lo hacemos, estaríamos creando un mundo viable sólo para los que son o piensan como yo.

Necesitamos erradicar pensamientos como los siguientes: “A este asesino y violador deberían darle la pena de muerte”, “Si alguien ingresa a robarme a la casa, yo lo mato”, “A esos guerrilleros y paramilitares deberían bombardearlos”, “Si perdemos el partido, vamos y matamos algunos hinchas”, “A esos drogadictos indigentes deberían matarlos”, “Todos esos que no creen en nuestro Dios deberían suicidarse”, “A los infectados deberían asilarlos y matarlos”, entre otros.

Porque en todos esos pensamiento precisamente evidenciamos que mi vida, mi realidad, mi situación está por encima de “otros” que a mi parecer deberían no existir o vivir, debido a que su vida tiene menor valor que la mía. Y el problema es, por un lado, que la historia da muchas vueltas y hoy podemos estar en un lado de la historia, pero mañana podríamos estar en el otro lado y ser las personas “descartables”, y por el otro, que si realmente queremos un mundo viable para todos, necesitamos a todos, sin excepciones, pues cada uno puede aportar su realidad.

Esto no significa que no debamos hacer nada frente a las cosas que consideramos malas o perjudiciales para nosotros y los demás, por el contrario, significa que tenemos un largo camino para llegar a soluciones incluyentes que aporten a la viabilidad de todos en el planeta, sin excepciones, porque reconocemos el valor de todas las personas que habitan en La Tierra.

¿Alguna vez has tenido alguno de estos pensamientos o similares? Lo más probable es que sí (Esto no te hace una mala persona), no obstante lo importante es no reaccionar instintivamente, sino tomar una pausa y pensar en mejores soluciones que respeten el valor de todas las vidas.

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Moción: Tips de viabilidad – Parte 1

Gracias al gran interés en mi libro “Ética para un mundo viable”, he decido hacer una serie de entradas denominadas “Tips de viabilidad” que les ofrecerá una pequeña aproximación a lo que encontrarán en el libro. Espero que los disfruten.

Tip 1: La realidad como una totalidad objetiva es imposible.

Si aceptamos que “la realidad” como una totalidad objetiva es imposible debido a que toda aproximación a ella está mediada por lo que el ser humano puede percibir, medir y comprender sobre ella, entonces lo siguiente que debemos aceptar es que la realidad es múltiple, es decir, no hay una sola realidad sino que cada ser humano vive su propia realidad porque cada uno sólo puede vivir y experimentar lo que puede percibir, medir y comprender por sí mismo.

En la medida en que aceptamos esta premisa, entendemos que “pelear” por querer tener la razón es inútil, sólo nos lleva a discusiones sin sentido y a dividirnos entre los que perciben la realidad como yo y los que no. Y esta división no nos llevará a hacer una mundo viable para todos, sólo para los que piensan o son como yo.

Por consiguiente, para hacer viable el planeta para todos, debemos desapegarnos de la idea de querer tener la razón, de querer estar en lo correcto, y especialmente, de querer imponer por la fuerza esta razón y este “correcto” a los demás. Aprendamos a “compartir” nuestra realidad mediante el diálogo abierto y sincero, pero sin intentar imponerla.

Debemos enfocarnos más en escuchar a los demás, en entender el origen de su realidad, para que podamos conversar y poner en común lo que compartimos de realidad. Al centrarnos en lo que tenemos en común, podemos construir sobre esas bases, pero si nos enfocamos en nuestras diferencias, sólo para querer imponer nuestra realidad, no hay cabida para la construcción, solo para la destrucción.

En conclusión, si queremos un mundo viable para todos, debemos aceptar todas las realidades, tratar de comprenderlas y construir desde lo que nos une. Al fin y al cabo, la aproximación más grande que podemos tener sobre “la realidad” es cuando condensamos todas las realidades en una. Sólo lo que todos compartimos es lo que podríamos llamar como algo “verdadero”. Y hay dos cosas en las que todos deberíamos estar de acuerdo: todos somos humanos, independientemente de nuestras diferencias, y todos vivimos en este planeta llamado “Tierra”.

¿Qué piensan al respecto?

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