Aprovechando que se está discutiendo en el gobierno la aprobación del porte de armas por parte de los ciudadanos para su defensa, quisiera compartirles mis reflexiones.

Primero, la escalada belicista. Ya sea que se trate de guerra de pandillas, grupos criminales, grupos armados de estado, o de ciudadanos de “bien” vs delincuentes, cuando una parte aumenta su poder bélico, la parte contraria también lo hace. La historia nos muestra como hemos pasado de la lanza y la flecha a las armas nucleares y biológicas, por sólo mencionar algunas, en este ejercicio sin fin de poseer más poder “defensivo”.
Segundo, el valor de la vida. Al igual que muchas cosas en la vida, lo que no nos cuesta no lo valoramos, así que entre más sencillo es acabar con una vida, menos valor tiene. Creo que es diferente acabar con una vida, con nuestras propias manos, a puños por ejemplo, que acabar con la vida de una persona a kilómetros de distancia con sólo apretar un botón de computadora, por ejemplo. Y esto lo vemos a diario, sin las armas blancas o de fuego, los ladrones serían carteristas únicamente, pero con ellas, les queda más fácil asesinar a la victima para robarle las pertenencias. Lo mismo creo les pasaría a los ciudadanos de “bien”, que les quedaría más fácil matar a los delincuentes que seguir todo el proceso de la ley y la justicia.
Tercero, privatizar la seguridad. Ya hemos visto los nefastos resultados de “privatizar” la seguridad con el surgimiento de grupos paramilitares o de autodefensa en el país, por falta de la presencia institucional y del estado en todo el territorio nacional. Por lo tanto, deberíamos pensar en cómo hacer que el estado cumpla con su rol constitucional en vez de buscar alternativas para aprobar su ineficiencia. Es decir, como el estado no nos garantiza la vida, no presionemos para que lo haga sino que privaticemos la seguridad.
Cuarto, la subjetividad. ¿Quién determina que el ladrón que mata desesperado para poder alimentar a su familia es menos que el comerciante que mata al ladrón para evitar que le robe sus ingresos para alimentar a su familia? Ambos son seres humanos, con necesidades, que matan para tener con qué alimentar a sus familias. Entonces, ¿por qué consideramos que hay personas que “valen” más, o que son “mejores” que otras, y cuál es el filtro o el juicio con el que determinamos este valor, si la realidad es subjetiva? Ambos podrían argumentar “legitima” defensa. Entonces, ¿cuál es el criterio… los ingresos, la raza, las creencias?
Quinto, imposibilidad del diálogo. Cuando aceptamos que las armas y la violencia son la única alternativa para defender lo propio, negamos cualquier posibilidad al diálogo.
Es por los puntos anteriores que creo debemos seguir exigiendo que el gobierno ejerza un control total y efectivo en todo el territorio nacional, que garantice la vida de todos, sin discriminación alguna. ¿Qué piensan ustedes?
Pueden ver la moción también en el canal de YouTube: