Moción: 1er mandamiento humano: “respetar a todos los seres vivos”.

Apretón de manos con mensajes de respeto en inglés

Escribir estas mociones me ha llevado a tener un enfoque cada vez más humanista, depositando mi confianza en que algún día reconoceremos que todos somos humanos, independientemente de nuestras diferencias, y que todos vivimos en este planeta llamado “Tierra”, que no tiene reemplazo por ahora.

Por lo tanto, si bien respeto y admiro profundamente a aquellos que creen en un dios y depositan su fe en él, mi invitación más humana es a creer en nosotros mismos y a depositar nuestra confianza en nosotros, pues son nuestros pensamientos y acciones los que definen nuestra realidad.

Por consiguiente, quiero invitarlos hoy a que rijamos nuestros pensamientos y acciones bajo el que considero debería ser el primer mandamiento humano: “Respetar a todos los seres vivos”. Sólo a través del respeto a los demás, y al planeta en general, seremos capaces de poder vivir felices, en paz y garantizando nuestra subsistencia.

El respeto no exige que nos amemos los unos a los otros, pero si que reconozcamos el valor del otro. Independientemente de si el otro es mi victimario, mi oponente o mi diferente, todos merecen un trato digno y respetuoso. Igualmente pasa con el planeta, pues independientemente de que ciertos animales o plantas me parezcan lindos, miedosos o amenazantes, todos tienen valor para garantizar la coexistencia.

Así como acabar con las abejas o tiburones, por el miedo a que nos piquen o nos muerdan, traería graves consecuencias para el planeta y para nosotros mismos, de igual forma considerar acabar con los que son o piensan diferente a nosotros sería acabar con nuestra propia humanidad.

De forma similar, el respeto no implica que no haya conflictos, pero si nos ayuda a regularlos. Podemos pelear o discutir todo lo que queramos, podemos incluso odiarnos, pero siempre con respeto, dignidad y valorando la vida de los demás.

Y tampoco implica que no podamos “usarnos”. Todos dependemos de las plantas, los animales y de otros seres humanos para vivir, así que nos usamos mutuamente para garantizar nuestra supervivencia o nuestros deseos. Pero este “usarnos” no implica maldad, egoísmo, explotación o exterminio, implica un trato respetuoso, reconociendo la dignidad y el valor de la vida de todos los seres vivos.

Los invito nuevamente a que el respeto por todos los seres vivos sea el mandamiento que determine nuestro pensar y actuar diario, para poder construir un mundo viable y mejor para todos.

Y los invito a que me compartan si consideran que deberían existir otros mandamientos humanos y cuáles serían.



Imagen de johnhain en Pixabay.

Moción: La tragedia de los bienes comunes

La tragedia de los bienes comunes de Garrett Hardin, en 1968, nos plantea el dilema en donde varios individuos que comparten un recurso limitado común, al actuar independientemente por un interés particular, terminan acabando con el recurso que todos necesitan.  Es como se dice coloquialmente: “Lo que es de todos, es de nadie“. No obstante, debido al crecimiento poblacional, la globalización, el capitalismo, entre otros elementos, cada vez se hace más necesario que todos nos empecemos a preocupar por los bienes comunes.

Para explicar mejor este dilema, Hardin uso el ejemplo del pastizal.  En este caso, un grupo de pastores comparten un pastizal, pero al ver que aún queda pasto sin ser consumido, cada uno decide aumentar la cantidad de animales hasta tal punto que ya no hay pasto suficiente y los animales fallecen.

Esto es lo que nos está pasando actualmente. Como individuos y organizaciones, hemos ido creciendo nuestra capacidad de consumo de recursos, sin pensar en ellos como un bien común, llevándonos a los límites de lo que podemos volver a generar y sobrecargando el planeta.

De esta forma hemos llevado a varios animales a la extinción, hemos deforestado nuestros bosques, contaminado nuestros ríos y mares, ensuciado nuestro aire, etc. Y si no nos detenemos y ajustamos nuestro actuar, muy pronto nos podrá pasar lo del ejemplo del pastizal, solo que ahora el pastizal es nuestro planeta y los animales que dependemos de él, somos nosotros, la raza humana.

Necesitamos cambiar de mentalidad y empezar a preocuparnos por los bienes comunes por encima de nuestros bienes particulares.  Lo que es de todos, debe ser responsabilidad de todos y debe estar de primero en nuestra agenda.  Porque a la larga, es la única forma de garantizar nuestra existencia a futuro.

Y cuando me refiero a todos, es a todos en el planeta, porque si un país, estado o sociedad no se concientiza sobre esto y sigue consumiendo los recursos de forma desmedida, pensando solo en ellos, nos pone en amenaza a todos. No obstante, el cambio empieza por casa, por tí mismo. Concientízate de esta problemática y cuida lo público. Luego, ayuda a movilizar a tu familia, las organizaciones a las que perteneces, tu ciudad, y así sucesivamente, hasta que todos estemos pensando lo mismo y cuidando nuestros bienes comunes.

No permitas que esto termine en una tragedia, la tragedia de los bienes comunes.

Moción: Barra libre o Buffet

Para aquellos que hemos tenido el placer de ir a un hotel o restaurante que cuenta con barra libre o con buffet, es decir, que cuenta con una gran cantidad de comida disponible para la selección del ciente, sin importar la cantidad o el valor, esta moción podrá ser desilusionante.

Si bien es cierto que la satisfacción como cliente es total, pues no hay tiempos de espera y se puede comer todo lo que se quiera, y que para los negocios es funcional porque pueden atender a un mayor número de personas, en un menor tiempo, el desperdicio de comida es desproporcionado.

Diariamente estas empresas botan toneladas de comida a la basura porque por normas de sanidad y seguridad alimentaria no se pueden regalar ni donar. No obstante, el punto de esta reflexión no busca centrarse en qué hacer con toda la comida que se desperdicia, más vale está en pensar en cómo hacer para que la comida no se desperdicie, o al menos no en los niveles actuales. 

Se me ocurren dos alternativas:

  1. Erradicar los buffets o barras libres: Ya sea porque nosotros los consumidores dejemos de solicitar y comprar estos servicios o porque las empresas dejen de ofrecerlos como una acción para mitigar su impacto ambiental.
  2. Ajustar los procesos y nuestros comportamientos: Si erradicarlos parece muy abrupto, entonces no nos queda otra sino hacer ajustes para minimizar el impacto. Estas modificaciones las deben hacer las empresas pero probablemente signifique que nosotros como consumidores tendremos que hacer concesiones.

Por ejemplo, si el buffet del desayuno en un hotel es hasta las 10:00am, quince minutos antes el hotel debería dejar de cocinar y servir nuevo alimento y esperar que se acabe todo lo que ya se procesó.  En cuanto a nosotros como consumidores, debemos ajustar entonces nuestro comportamiento y entender que si nos levantamos a desayunar al límite del horario, no vamos a encontrar toda la comida ni recién salida del horno.

Otra opción sería que todas las noches, los hoteles nos encuestaran sobre a qué hora vamos a desayunar y qué queremos del menú del buffet, para que puedan planear mejor la producción de qué se necesita cocinar y en qué momentos según el flujo de los huéspedes. Esto podría parecer incomodo para nosotros los clientes y más trabajo para las empresas, pero podría ser un precio justo a pagar si logramos reducir el desperdicio de comida y recursos diarios.

¿Tienes alguna otra idea de cómo podríamos hacer para reducir este impacto?

Moción: Día de sobrecapacidad de la tierra

En días pasados la ONG Global Footprint Network informó que el 1ro de agosto de 2018 sería la “fecha en la que habremos utilizado todos los árboles, el agua, el suelo fértil y los peces que la Tierra nos puede aportar en un año“, siendo la fecha más temprana registrada desde que empezó a contabilizarse el “Día de Sobrecapacidad de la Tierra”, a principios de los setenta.  En el mismo informe también mencionan que “habremos emitido más dióxido de carbono del que los bosques pueden absorber”. Esto significa que en las condiciones actuales de consumo en el mundo, necesitariamos 1,7 planetas Tierra para satisfacer nuestras necesidades.

Por lo tanto, es de vital importancia para la supervivencia de los seres humanos, del planeta  y de todas las especies que lo habitan, que empecemos a revertir esta tendencia lo antes posible.  Necesitamos llegar al punto de equilibrio en donde todos los recursos que necesitemos para vivir un año más en este planeta se puedan producir en ese mismo periodo, o incluso antes. De lo contrario, el mundo será inviable en pocos años.

Este es un principio básico de administración de recursos.  Si hoy en día necesitamos “X” cantidad de recursos para sobrevivir en un año y no los tenemos, entonces tenemos dos o tres soluciones:

  1. Aumentar la producción de los recursos: Sembramos más árboles para suplir la demanda que necesitamos para absorber los niveles de dióxido de carbono que estamos emitiendo, ampliamos los campos productivos para producir más alimentos, etc. El inconveniente con esta solución es que nuestro planeta es finito, al igual que nuestros recursos, por lo tanto podemos tratar de hacer un uso más eficiente y productivo del espacio disponible, pero eventualmente llegaremos a un límite de la capacidad productiva del planeta.
  2. Reducir nuestro consumo: Es hora de salirnos de nuestra zona de confort y empezar a reducir nuestra huella en el planeta. Necesitamos no solo dejar de consumir productos altamente nocivos con el medio ambiente, como el plástico, sino también dejar de consumir los recursos que nos suministra el planeta.  Compra sólo lo que te vas a consumir, extiende la vida útil de tus pertenencias, usa responsablemente el agua, etc. Es importante que revises tus acciones de consumo y te plantees nuevas alternativas.  No se trata de dejar de consumir o pasar hambre y necesidad, se trata de consumir lo justo.
  3. Todas las anteriores:  Si queremos revertir el proceso lo antes posible, tenemos que hacer ambas cosas, seguir aumentando nuestra capacidad productiva sin afectar el planeta y reducir nuestro consumo a lo justo.

Ahora bien, lo importante es empezar, poco a poco, paso a paso. Puede que estes pensando que es una tarea imposible y que no valdría la pena intentarlo si todos no estamos de acuerdo y en la misma línea de pensamiento. No obstante si esperas a empezar cuando llegue ese momento, te lo aseguro, será muy tarde. No esperes a que el mundo te obligue a cambiar, obliga al mundo a cambiar. Si hoy empezas tú, mañana tu familia, luego tu comunidad, en poco tiempo todos estaremos ayudando al planeta y a nuestra supervivencia.