Moción: La paradoja de la inclusión en el lenguaje

Entre más visibilidad tratamos de darle a través del lenguaje a minorías o grupos sociales que históricamente han estado en situación de discriminación o desigualdad frente a otros grupos, paradójicamente más énfasis hacemos en que son diferentes. Por lo tanto, creo que debemos buscar un equilibrio entre visibilidad, reparación y verdadera inclusión.

Por ejemplo, la tendencia creciente de expresar cargos en femenino para darle visibilidad e inclusión a las mujeres, a mi parecer, genera de alguna forma un efecto de exclusión, resaltando que las mujeres y los hombres son diferentes, cuando en esencia lo que queremos es revindicar la igualdad humana, sin diferencia de género. Complejizar el lenguaje diciendo “los líderes y las lideresas”, “los alcaldes y las alcaldesas”, “los presidentes y las presidentas” en vez de incluir, separa.

Creo que debemos tener claras las estadísticas y elaborar planes de acción para que hombres y mujeres tengan igualdad laboral y salarial, de tal forma que tengamos visibilidad y reparación. No obstante, hacer énfasis a través del lenguaje, de la diferencia de género, lo que puede producir es una diferenciación.

Y lo mismo con todos los casos. Si para expresar igualdad y visibilidad vamos a empezar a hablar de ricos y pobres, blancos, negros e indígenas, jóvenes y viejos, heterosexuales, homosexuales y bisexuales, personas con discapacidad y personas sin discapacidad, en vez de incluir a través del lenguaje, lo que hacemos es profundizar las brechas y la diferenciación entre grupos humanos. Además, si empezamos a segmentar, es peor aún si no consideramos alguna población en el discurso.

En el mismo sentido, tenemos que garantizar que todos los seres humanos tengamos los mismos derechos y deberes, sin importar género, identidad u orientación sexual, raza, nacionalidad, estrato socio-económico, edad, situaciones de discapacidad, etc. Claro, tenemos que tener estadísticas diferenciales para garantizar que se dé esta igualdad y debemos ofrecer alternativas para mitigar y reparar años de discriminación.

Pero en lo que no estoy de acuerdo, es en creer que para dar visibilidad, igualdad y reparación, debemos expresar o mencionar a través del lenguaje todas nuestras diferencias, para que todos nos sintamos incluidos. Esto por el contrario, excluye. Lo que creo que debemos hacer es trabajar para que al hablar de humanidad, todos los seres humanos, independientemente de nuestras diferencias, nos sintamos parte de ella y reconozcamos que tenemos los mismos derechos y deberes. Ésta sería la verdadera inclusión.

Reconozcamos y aceptemos nuestras diferencias y la deuda social que algunos grupos sociales tienen con otros, y hagamos algo para reparar y revindicar esas deudas, no desde el realce de las diferencias a través del lenguaje, sino desde una verdadera inclusión. No somos binarios, no somos polos opuestos, no somos conjuntos diferentes, somos iguales, humanos.

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2 respuestas a «Moción: La paradoja de la inclusión en el lenguaje»

  1. La forma de expresarse, en masculino y femenino, creo que fue una de las formas de llamar la atención a su favor, de los políticos, en especial de los populistas. Parece que les resultó, porque mucha gente ya habla de esa manera y se sienten mal que no los determinen. Lo más extraño es que hay periodistas y muchoa gente “preparada”

    1. Jorge, muchas gracias por tu aporte. Como toda realidad, entre más socializada, más aceptada es, razón por la cual muchas personas terminan haciendo lo mismo, aún sin entender el origen o sin comprender sus consecuencias.

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