Todos los seres humanos que vivimos en sociedad aprendemos desde niños uno o varios lenguajes que nos permiten expresar nuestros pensamientos y emociones. Estos lenguajes son los idiomas como el Español, el Inglés y el Francés, son los gestos o señas, son la pintura, la música, la matemática, la computación o cualquier otro sistema que nos permita comunicarnos, es decir, transmitir información a un receptor encargado de decodificar el lenguaje e interpretar el mensaje. Por lo tanto, en palabras sencillas, el proceso de comunicarnos es el proceso mediante el cuál ponemos en común información, la cual siempre busca generar una acción en el interlocutor.
El problema está en que solemos pensar que si usamos el mismo lenguaje, todas las personas que reciban la información interpretarán el mensaje de la misma manera y actuarán como lo deseamos. Igualmente, solemos pensar o creer que nuestro proceso de comunicación no siempre busca generar una acción, que simplemente estamos compartiendo información. Lo cierto es que nuestro cerebro es selectivo, por que así lo hemos educado, y por lo tanto suele prestar atención a lo que nos interesa y tiende a olvidar lo que no. Es un experto creando atajos. Es por esto que cada persona expuesta al mismo mensaje puede interpretar y reaccionar diferente, al igual que independientemente si somos consientes o inconsientes, siempre estamos buscando generar una acción en nuestro interlocutor cuando lo exponemos a nuestro mensaje.
El reto por lo tanto está en cómo ser más consientes al momento de comunicar para que el mensaje que estamos poniendo en común sea entendido como queremos y genere la acción deseada.
- Conocer a nuestra audiencia y
adaptarnos a ella. En la medida en que conocemos mejor al receptor de nuestro mensaje, porque sabemos qué le gusta, que le llama la atención, cómo prefiere comunicarse, etc., estaremos más cerca de comunicarnos de la forma adecuada, es decir, de la forma en que el receptor interpretará más fácilmente nuestro mensaje.
- Tener claro nuestro objetivo. No debemos dejar nada por sentado, por dicho, por lo tanto tenemos que tener total claridad de por qué estamos comunicando y qué queremos lograr con esto.
- Pedir confirmación. Debemos asegurarnos que nuestro interlocutor interpretó correctamente y actuará de la forma en que deseamos, es por esto que lo mejor es directamente pedir confirmación, es solicitar que nos digan qué entendieron y qué van a hacer con la información que recibieron. Si responden lo que estabas esperando como emisor, genial, de lo contrario debes seguir puliendo el mensaje hasta que sea perfecto.
Estos 3 simples consejos, si los aplicas, cambiarán profundamente tu vida. Si en el trabajo te ha pasado que solicitas alguna tarea o información y cuando te la traen es algo totalmente distinto a lo que esperabas, entonces debes aplicar estos consejos. Si en tu vida personal, al hablar con tus amigos, familiares o pareja, ellos responden de forma inesperada a tu comunicación, es porque necesitas aplicar estos 3 principios.
Finalmente, esto es o será de vital importancia para tu vida si comprendes que el mundo y nuestras realidades colectivas se construyen es a través de la comunicación y el lenguaje. En la medida en que tu comunicación sea mejor, más asertiva, el mundo que te rodea será más como lo esperas, se comportará como lo deseas y reaccionará como quieres. Por el contrario, entre menos control tengas sobre la forma en que te comunicas, menos control tendrás sobre el mundo que te rodea.