Moción: valores tradicionales vs generacionales

Hace un tiempo escuché en una charla que los valores generacionales ya superaron los valores tradicionales, así que el objetivo de esta moción es contarles mi opinión y mis reflexiones al respecto.

Antiguamente, los humanos nacíamos al interior de una sociedad en donde los valores eran transmitidos de generación en generación, gracias a la tradición oral. Los mayores, que contaban con la experiencia de la vida, compartían sus enseñanzas a sus hijos, para que posteriormente estos hicieran lo mismo con sus propios hijos, y así sucesivamente.

Posteriormente, con la invención de la imprenta, el conocimiento y las enseñanzas ya no sólo se adquirían por tradicional oral, dentro de la sociedad en la que nacíamos, sino que se introdujo, a través de los libros, una gran cantidad de conocimiento de otras personas, culturas y sociedades. Esto sin lugar a dudas transformó las sociedades pero el inconveniente logístico (Impresión, costo, envío y almacenaje) sirvió para mantener un equilibrio entre los valores propios y los externos.

En la actualidad sin embargo, con el nacimiento del internet y de las redes sociales, el inconveniente logístico fue superado y ahora sólo necesitamos una conexión a internet para acceder a un sin fin de información del mundo entero, que están sobrepasando la forma tradicional de transmitir conocimiento, experiencias, valores y tradiciones.

Es decir, en tiempos modernos, si somos afortunados tenemos cuatro (4) abuelos, dos (2) padres y entre uno (1) y diez (10) profesores, según la cantidad de clases que veamos, encargados de educarnos y transferirnos los valores tradicionales, mientras que tenemos millones de personas que nos inundan a través de internet con otro tipo de valores.

Es por esto que estoy de acuerdo con la afirmación, porque la forma tradicional de transmitir valores se ha vuelto muy limitada mientras que la forma moderna no tiene filtro, control ni límites. Por lo tanto, ¿qué podemos esperar de las generaciones futuras?, ¿que le hagan más caso a los 20 adultos que componen su vida o a los miles o millones de contemporáneos con los que se relacionan de alguna forma en internet?

Claramente creo que estamos en desventaja y por eso creo que es necesario que pensemos y dialoguemos al respecto como sociedad, para crear un mejor equilibrio entre los valores tradicionales y los generacionales.

¿Cómo crees que podemos lograrlo?, ¿estás de acuerdo con este planteamiento? o ¿qué piensas al respecto?. Déjame saber tus comentarios.


También puedes ver la moción en el canal de YouTube:

Moción: Tips de viabilidad – Parte 5

Tip 5: Cambia tu comunicación para cambiar el mundo.

Vivimos en una constante programación de nuestro ser, mediante lo que sentimos, pensamos y hacemos. Lo que somos hoy, es el resultado de todo lo que hemos sentido, pensado y realizado a lo largo de nuestras vidas. Por consiguiente, si queremos cambiar el mundo, hacerlo más viable, debemos empezar por cambiar nosotros. Reconstruir nuestra programación para empezar a actuar, pensar y sentir de forma diferente.

Como estos caminos neuronales ya están fuertemente definidos, frente a situaciones similares reaccionamos de la misma forma, como lo haría cualquier animal. Frente a un estimulo, una respuesta. Afortunadamente los seres humanos tenemos la posibilidad de detenernos a procesar lo que nos está pasando antes de actuar. Y esa es la primera invitación: Si queremos re-programarnos a nosotros mismos y re-programar el mundo, debemos empezar a implementar una pausa entre el estímulo y la respuesta.

Al no reaccionar y tomarnos un breve tiempo para procesar lo que nos está pasando, podemos elegir si actuamos de la misma forma que siempre, o si actuamos de una forma diferente y mejor. Podemos escoger mejor nuestras palabras y la forma de comunicarlas. Y esto hará que actuemos diferente. Al principio, puede que nos cueste un poco de trabajo caer en cuenta para hacer la pausa y elegir un nuevo camino, pero en la medida en que lo hagamos, se irá consolidando un nuevo proceso neuronal, que se volverá nuestra nueva realidad.

Cada vez que pensamos nuevas alternativas, actuamos de forma diferente y sentimos cosas distintas, entrando así en el ciclo de la re-programación. Por lo tanto, esta es la segunda reflexión: Después de la pausa, piensa y organiza tu comunicación de tal forma que te permita re-programarte y cambiar el mundo para que sea viable. Si tu comunicación es asertiva, positiva y constructiva, los resultados serán en la misma vía. Por el contrario, si tu comunicación es deficiente, negativa y destructiva, los resultados serán iguales.

Pensemos en la última vez que dijimos e hicimos algo que lastimo a alguien, que provocó un resultado no deseado y/o que nos hizo sentir mal. Ahora pensemos cómo podríamos hacerlo diferente la próxima vez, para que los resultados sean distintos, mejores. En la medida en que aprendamos de nuestros errores y ajustemos nuestro ciclo de programación pensar, actuar y sentir, percibiremos cambios importantes en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea.

¿Cómo está tu ciclo de programación, constructivo o destructivo?

Si estas mociones te gustan, te invito a que te suscribas a mi blog y a que revises mi libro “Ética para un mundo viable“.


Moción: Etiquetas

Gracias al lenguaje, nuestra forma de vida se ha facilitado mucho. Ya no necesitamos llevar a los demás hasta donde está el objeto y señalarlo para que ellos sepan a qué estamos haciendo referencia. Ahora solo con decir palabras como árbol, casa, agua, etc., es suficiente para entender a qué nos estamos refiriendo.

No obstante, parece ser que se nos ha olvidado que estas palabras o etiquetas que les ponemos a las cosas, no representan el todo en sí. Es decir, un árbol es más que eso, podemos determinar qué tipo de árbol es (Pino, Samán), hacer referencia a cierta parte del árbol (tronco, hojas, flor, fruto),  discutir su altura, anchor, edad, y miles de cosas más que hacen parte de lo que es un “Árbol”.

En este mismo sentido, desafortunadamente nos pasa con las personas. Creamos palabras o etiquetas para definirlas pero olvidamos que las personas son mucho más que simples etiquetas. Claro, usar referencia como alto, calvo, con camisa roja, cuando alguien está buscando a una persona es muy útil y facilita la comunicación. El problema está cuando nos aferramos a las etiquetas para definir a las personas.

Y tenemos etiquetas para todo. Etiquetamos por género, preferencia sexual, país de origen, color de piel, edad, discapacidad, religión, poder adquisitivo, preferencia política, equipo de fútbol, en fin, por cualquier cosa. Y lo grave es que nos creemos las etiquetas y pensamos que todos los que tienen esa etiqueta son iguales. Nos cerramos a la posibilidad de conocer seres humanos maravillosos, o terribles, pero seres humanos únicos, por el sencillo hecho de haberlos definido en una sola palabra, en una etiqueta.

Te invito entonces a ver y comunicarte más allá de las etiquetas. Date la oportunidad de conocer personas diferentes a ti, sin pre-etiquetarlas. Disfruta definiendo a tus seres queridos en 50 etiquetas o más, no sólo en una o dos como solemos hacerlo. Finalmente, no juzques a nadie por las etiquetas que otros les han puesto, tomate el tiempo para conocerlas y ahí si, construye las etiquetas que consideres mejor las definen.

Recuerda, las etiquetas no son malas, facilitan nuestro proceso comunicativo, pero recuerda que son sólo eso, no son estándares universales, no son fórmulas simplificadoras ni definiciones sin peso. Cada etiqueta viene cargada con un peso según nuestros juicios y valores. Por lo tanto, no las uses sólo por repetirlas o porque están de moda. Úsalas sabiamente, para que representen todo lo que quieres expresar.

Especialmente ahora, en tiempos modernos, en los tiempos de #Etiqueta, piensa y valida muy bien lo que estás expresando en una sola palabra o etiqueta.

Moción: Lenguaje y Comunicación

Todos los seres humanos que vivimos en sociedad aprendemos desde niños uno o varios lenguajes que nos permiten expresar nuestros pensamientos y emociones. Estos lenguajes son los idiomas como el Español, el Inglés y el Francés,  son los gestos o señas, son la pintura, la música, la matemática, la computación o cualquier otro sistema que nos permita comunicarnos, es decir, transmitir información a un receptor encargado de decodificar el lenguaje e interpretar el mensaje.  Por lo tanto, en palabras sencillas, el proceso de comunicarnos es el proceso mediante el cuál ponemos en común información, la cual siempre busca generar una acción en el interlocutor.

El problema está en que solemos pensar que si usamos el mismo lenguaje, todas las personas que reciban la información interpretarán el mensaje de la misma manera y actuarán como lo deseamos.  Igualmente, solemos pensar o creer que nuestro proceso de comunicación no siempre busca generar una acción, que simplemente estamos compartiendo información.  Lo cierto es que nuestro cerebro es selectivo, por que así lo hemos educado, y por lo tanto suele prestar atención a lo que nos interesa y tiende a olvidar lo que no. Es un experto creando atajos. Es por esto que cada persona expuesta al mismo mensaje puede interpretar y reaccionar diferente, al igual que independientemente si somos consientes o inconsientes, siempre estamos buscando generar una acción en nuestro interlocutor cuando lo exponemos a nuestro mensaje.

El reto por lo tanto está en cómo ser más consientes al momento de comunicar para que el mensaje que estamos poniendo en común sea entendido como queremos y genere la acción deseada.

  1. Conocer a nuestra audiencia y adaptarnos a ella. En la medida en que conocemos mejor al receptor de nuestro mensaje, porque sabemos qué le gusta, que le llama la atención, cómo prefiere comunicarse, etc., estaremos más cerca de comunicarnos de la forma adecuada, es decir, de la forma en que el receptor interpretará más fácilmente nuestro mensaje.
  2. Tener claro nuestro objetivo. No debemos dejar nada por sentado, por dicho, por lo tanto tenemos que tener total claridad de por qué estamos comunicando y qué queremos lograr con esto.
  3. Pedir confirmación. Debemos asegurarnos que nuestro interlocutor interpretó correctamente y actuará de la forma en que deseamos, es por esto que lo mejor es directamente pedir confirmación, es solicitar que nos digan qué entendieron y qué van a hacer con la información que recibieron. Si responden lo que estabas esperando como emisor, genial, de lo contrario debes seguir puliendo el mensaje hasta que sea perfecto.

Estos 3 simples consejos, si los aplicas, cambiarán profundamente tu vida.  Si en el trabajo te ha pasado que solicitas alguna tarea o información y cuando te la traen es algo totalmente distinto a lo que esperabas, entonces debes aplicar estos consejos. Si en tu vida personal, al hablar con tus amigos, familiares o pareja, ellos responden de forma inesperada a tu comunicación, es porque necesitas aplicar estos 3 principios.

Finalmente, esto es o será de vital importancia para tu vida si comprendes que el mundo y nuestras realidades colectivas se construyen es a través de la comunicación y el lenguaje.  En la medida en que tu comunicación sea mejor, más asertiva, el mundo que te rodea será más como lo esperas, se comportará como lo deseas y reaccionará como quieres.  Por el contrario, entre menos control tengas sobre la forma en que te comunicas, menos control tendrás sobre el mundo que te rodea.