Moción: 28S – Día de acción global por un aborto legal y seguro.

El 28 de septiembre, desde 1990, se celebra el día de acción global por un aborto legal y seguro que busca exigir a los gobiernos la despenalización y la legalización del aborto con el objetivo de evitar que más mujeres mueran por causa de abortos inseguros, realizados en sitios clandestinos y sin las condiciones médicas necesarias. Como es de esperarse, esta iniciativa tiene grandes detractores, especialmente los que consideran que la vida se origina desde la concepción, por lo que el aborto representa para ellos, un asesinato o la violación al derecho a la vida. Por lo tanto, el objetivo de esta moción, es contarles mis reflexiones al respecto, para que cada quién saque sus conclusiones.

Primero, sin lugar a dudas, el aborto clandestino e inseguro es un riesgo de salud pública mundial. Según la OMS, aproximadamente entre el 5 y el 13% de la mortalidad materna anual se debe a este tema, anualmente se producen unos 25 millones de abortos inseguros y los costos por complicaciones médicas causadas por estos abortos clandestinos ascienden a USD$ 553 millones. Esto demuestra que el aborto es una realidad en el mundo entero y que hacerlo de forma insegura aumenta la tasa de mortalidad en las mujeres y los costos de los sistemas de salud.

Segundo, cada ser humano es responsable y dueño de su vida y su cuerpo, y nadie debería poder imponer su voluntad sobre otros. Así como actualmente nadie debería poder poner grilletes y esclavizar a otro ser humano para que haga lo que la otra persona desee, u obligar a alguien a ingerir drogas para ser transportadas ilegalmente, así tampoco nadie debería poder obligar a una mujer a seguir con un embarazo no deseado o que pone en riesgo su propia vida. Por lo tanto, creo que las mujeres deberían tener este derecho a decidir sobre su cuerpo.

Tercero, el derecho a la vida es o debería ser, inviolable. Toda vida es valiosa y debe respetarse. En este punto espero todos estemos de acuerdo. El problema aparece entonces en la definición de cuándo inicia la vida. Si pensamos que la vida comienza al nacer “vivo”, entonces no hay conflicto entre el aborto y el derecho a la vida. Si consideramos que la vida empieza antes de nacer, el conflicto se vuelve un dilema de tiempos, pues sería viable y válido el aborto mientras se dé antes del tiempo definido. No obstante, el mayor conflicto se presenta entre los que consideran que la vida se gesta, desde el momento de la concepción, pues claramente hay un dilema entre la vida de la madre o del feto, que nos exige tomar partido y valorar cuál vida es más valiosa.

Por lo tanto para mi, la vida se origina cuando el feto es capaz de vivir independientemente de la madre, sea o no que necesite ayuda médica para sobrevivir. En este sentido, el aborto debería ser legal y un derecho para las mujeres que ven en riesgo su salud física y mental, hasta antes que el feto haya alcanzado esta etapa de madurez, en dónde ya podría nacer y sobrevivir. Esto, para respetar la vida de ambos, prevenir los riesgos de abortos clandestinos e inseguros, y respetar el derecho que cada mujer tiene sobre su cuerpo.

¿Quienes somos para imponerle a una mujer que tiene que, no sólo dar a luz, sino responsabilizarse el resto de su vida por un hijo(a) producto de una violación, o de un bebé con malformaciones, o sencillamente de un bebé no deseado sobre el cuál no tiene las condiciones para brindarle una vida digna? Creo que no tenemos ese derecho y creo que ellas si deberían tener el derecho para decidir.

Finalmente, tener el derecho no significa tener que usarlo. Tener la posibilidad de abortar no es una invitación a hacerlo sin medida y control, pero si es una garantía para que las mujeres puedan decidir sobre sus vidas, con responsabilidad, cuando así deban hacerlo, pues nadie está exento de situaciones imprevistas.

De nuevo, estas son mis reflexiones y me encantaría conocer las de ustedes, así que bienvenidos sus aportes.


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