Moción: Tips de viabilidad – Parte 1

Gracias al gran interés en mi libro “Ética para un mundo viable”, he decido hacer una serie de entradas denominadas “Tips de viabilidad” que les ofrecerá una pequeña aproximación a lo que encontrarán en el libro. Espero que los disfruten.

Tip 1: La realidad como una totalidad objetiva es imposible.

Si aceptamos que “la realidad” como una totalidad objetiva es imposible debido a que toda aproximación a ella está mediada por lo que el ser humano puede percibir, medir y comprender sobre ella, entonces lo siguiente que debemos aceptar es que la realidad es múltiple, es decir, no hay una sola realidad sino que cada ser humano vive su propia realidad porque cada uno sólo puede vivir y experimentar lo que puede percibir, medir y comprender por sí mismo.

En la medida en que aceptamos esta premisa, entendemos que “pelear” por querer tener la razón es inútil, sólo nos lleva a discusiones sin sentido y a dividirnos entre los que perciben la realidad como yo y los que no. Y esta división no nos llevará a hacer una mundo viable para todos, sólo para los que piensan o son como yo.

Por consiguiente, para hacer viable el planeta para todos, debemos desapegarnos de la idea de querer tener la razón, de querer estar en lo correcto, y especialmente, de querer imponer por la fuerza esta razón y este “correcto” a los demás. Aprendamos a “compartir” nuestra realidad mediante el diálogo abierto y sincero, pero sin intentar imponerla.

Debemos enfocarnos más en escuchar a los demás, en entender el origen de su realidad, para que podamos conversar y poner en común lo que compartimos de realidad. Al centrarnos en lo que tenemos en común, podemos construir sobre esas bases, pero si nos enfocamos en nuestras diferencias, sólo para querer imponer nuestra realidad, no hay cabida para la construcción, solo para la destrucción.

En conclusión, si queremos un mundo viable para todos, debemos aceptar todas las realidades, tratar de comprenderlas y construir desde lo que nos une. Al fin y al cabo, la aproximación más grande que podemos tener sobre “la realidad” es cuando condensamos todas las realidades en una. Sólo lo que todos compartimos es lo que podríamos llamar como algo “verdadero”. Y hay dos cosas en las que todos deberíamos estar de acuerdo: todos somos humanos, independientemente de nuestras diferencias, y todos vivimos en este planeta llamado “Tierra”.

¿Qué piensan al respecto?

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Moción: Re-educación de las nuevas generaciones

En los tiempos modernos de la inmediatez y la hiperconección, en donde los jóvenes creían que podían agarrar al mundo en la palma de sus manos, que todo se podía conseguir a través de un equipo electrónico, que todo lo que desean puede hacerse realidad con sólo pedirlo y en general, que la vida se daba por sentada, esta nueva pandemia nos brinda una oportunidad educativa única para las nuevas generaciones.

El sentimiento de planeación y control se desmorona frente a circunstancias no concebidas. El concepto de importancia y urgencia se transfigura frente al riesgo de muerte inminente. Lo valioso adquiere nuevo valor frente a las nuevas necesidades de subsistencia. Las relaciones adquieren nuevo significado frente a la imposibilidad del contacto.

Las décadas pasadas de relativa paz mundial, de prosperidad global, de prolongación de la expectativa de vida y de avances tecnológicos nos llevaron a pensar que esa sería la realidad permanente a futuro. Pero la vida nos enseña que no se puede encasillar, que todo lo que hacemos o dejamos de hacer tiene repercusiones deseadas o indeseadas y que la vida cambia permanentemente.

Escuchamos que lo único que perdura en la vida es el cambio, pero tendemos a olvidarnos de esta realidad y creer que todo es estable y duradero, que todo se va a mantener como ha sido los últimos días, meses, años o décadas. Y ese es el mensaje o enseñanza que les hemos transmitido a las nuevas generaciones.

Esta coyuntura nos brinda entonces la oportunidad de recordarles que nada es eterno, que todo cambia, que no hay que dar nada por sentado, que lo realmente importante es ser feliz con uno mismo y tener la disposición de adaptarnos al cambio constante. Las relaciones, los bienes y el dinero van y vienen, lo único que perdura o que debe perdurar es nuestra capacidad de ser felices con o sin nada más.

Aprovechemos este tiempo en familia, para re-educar a nuestras nuevas generaciones para que sean felices con ellos mismos, sin importar nada mas, solo por el hecho de estar vivos, y que adquieran la capacidad de adaptarse a cualquier circunstancia. Pero obvio, para poder enseñar hay que dominar el tema. ¿Somos felices con nosotros mismos? Sin importar los cambios, ¿nos adaptamos y seguimos siendo felices? Bueno, ¿qué esperamos para re-educarnos y a las nuevas generaciones? Aprovechemos el momento.

Moción: La pandemia y la invitación a la unidad

La pandemia del Covid-19 nos ofrece una mirada única en la historia de la humanidad. Este virus nos ha obligado a reconocer que todos hacemos parte de la especie humana porque su propagación no discrimina por creencias, género, situación económica, país de origen, raza, ni por ningún otro factor. Por lo tanto, todos los que habitamos este planeta, estamos expuestos por igual, lo que nos debe invitar a la unidad.

Nunca antes hemos sentido tan de cerca, que la acción de un pequeño grupo de personas puede afectar al mundo entero. Las personas que por acción u omisión siguen propagando el virus han puesto y siguen poniendo en jaque a todos los gobiernos y a todos los habitantes del planeta. Mientras el virus no esté contenido globalmente, ningún país, ni nosotros como especie, volverá a la “normalidad”.

Aprovechemos entonces esta coyuntura para vernos a todos como uno solo, para entender que todos hacemos parte de esta especie y de este planeta, y que lo que nos pase a todos, depende de las acciones que cada uno de nosotros realizamos en nuestro día a día. No somos seres independientes, todos estamos conectados.

Ojalá, cuando la pandemia finalice, no corramos ciegamente a volver a nuestra mal llamada “normalidad”, sino que apropiemos esta experiencia y la incluyamos dentro de nuestra nueva normalidad, una en donde todos somos uno, en donde las decisiones particulares reconocen las repercusiones globales, y en donde como planeta y especie, tomamos decisiones que garanticen nuestra viabilidad a futuro.

Que el aprendizaje de esta dolorosa experiencia sea reconocer que no somos 7500 millones de personas, sino que somos una sola especie que vivimos en un único planeta, lo que nos debe invitar a pensar siempre en la unidad. Recordemos que todos somos hermanos que vivimos bajo este mismo techo.

¿Cuál crees que debe ser el aprendizaje que nos debe dejar esta pandemia?

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Moción: Cuando la corrupción se disfraza de democracia

Todos los días veo y escucho en las noticias que el gobierno está haciendo algún movimiento político para tratar de ganar los favores de los diferentes partidos y así poder sacar adelante sus propuestas. Lo aterrador de esto, es que nos parece normal, nos parece que es un ejercicio propio de la democracia, cuando en realidad es una más de las facetas de la corrupción reinante.

Pocas veces, o casi nunca, las noticias hacen referencia a que el gobierno abrió un gran debate entre los partidos para crear una ley más incluyente, en donde todos, o casi todos, nos sintamos representados, de tal forma que no importa si somos del partido de gobierno, o de su coalición, o de la oposición, todos podamos estar a favor de esa ley, porque todos, o casi todos, sentimos que es favorable para el país.

No, en vez de eso, sencillamente el gobierno trata de obtener mayorías, comprando votos a través de puestos públicos o favores a los partidos, y así poder ejecutar sus planes de gobierno. Por lo tanto, ¿En qué momento perdimos el norte de la democracia y lo que representa, y la convertimos es esta corrupción permanente disfrazada de democracia?

Más allá del ejercicio del voto, ¿Cuándo ejercemos la democracia? Elegimos unos políticos y unos partidos para que nos representen, pero estos nunca vuelven a consultar al pueblo para que su voz sea la voz de las personas que los eligieron, sino que su voz se vuelve sencillamente la voz de sus propios intereses.

No se ustedes, pero yo estoy cansado de ver y escuchar en las noticias que la corrupción sea tratada como un ejercicio normal de la democracia. Estoy frustrado, que la mermelada, el otorgamiento de puestos a dedo, sin meritocracia, sólo para contentar a los partidos que pueden ayudar a movilizar la balanza del poder hacia el partido de gobierno, y los favores políticos en general, no se consideren corrupción, sólo porque no hay dinero visible de por medio, pero cuando claramente se trata de un ejercicio para comprar las decisiones de las personas y los partidos.

El debate de las ideas y el principio del bien común ha muerto. Lo único que queda en la mal llamada democracia no es más que los intereses de pocos y la corrupción disfrazada de normalidad. O ustedes ¿qué piensan y sienten?

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Moción: No mas polarización

Los seres humanos somos supremamente complejos, pero nos encanta encasillarnos y ver el mundo de forma polarizada (Binaria). Estás conmigo o estás en mi contra; Eres como yo o eres diferente; No obstante, en la pluralidad está el milagro de la vida y si aprendiéramos a ver y respetar todos nuestros matices, la convivencia sería mucho más fácil, mejor.

Políticamente, tienes que ser de un partido o del otro, como si las dos realidades políticas fueran irreconciliables o diametralmente opuestas. Por lo tanto, ¿cómo esperamos construir un país para todos, bajo este mirada polarizada? Sencillamente es imposible. La solución, empezar a ver los matices, buscar lo que nos une, y no enfocarnos únicamente en lo que nos separa.

Y para esto, debemos ir más profundo. No se trata de quedarnos en la primera capa de información y decir “No estoy de acuerdo con la reforma tributaria, por ejemplo”, o “Estoy a favor de la reforma pensional”. Necesitamos profundizar para poder ser más específicos. “No estoy de acuerdo con la reforma tributaria porque tal impuesto es perjudicial para el país porque las cifras A, B y C lo demuestran” o “Estoy a favor de la reforma pensional porque aumentar los aportes es necesario para el desarrollo del país puesto que ayudará de esta y esta forma”, por dar ejemplos. En la medida en que somos más específicos, podemos ver los matices y construir mejores propuestas, que sean más incluyentes.

Por lo tanto, invito a todos a que cuando vayamos a expresar nuestras opiniones, no lo hagamos desde la polarización, donde todo es binario, 0 o 1, Derecha o Izquierda, Bueno o Malo, sino que lo hagamos desde los detalles, los matices, lo específico con lo que estamos de acuerdo o no, para poder enriquecer el debate y poder llegar a consensos y mejores propuestas, entendiendo mejor lo que nos afecta o nos gusta.

#NoMasPolarización


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Moción: El Dios Dinero

Independiente si haces parte o no de una religión, hoy hay una nueva religión a la que la mayoría del mundo pertenece, consiente o inconsientemente, y es la religión del Dios Dinero. En esta religión, el dinero es el ser supremo, el objeto de adoración y el medio para encontrar la salvación y la felicidad. Los que están con él, lo tienen, viven en un paraíso mientras que los que no, viven en un infierno.

Por lo tanto, los seres humanos estamos tentados a hacer cualquier cosa con tal de tener su bendición. Es por eso que algunos trabajan 24 horas al día para conseguirlo o tienen 2 o 3 trabajos; otros se inventan cadenas o negocios ilícitos para captar la mayor cantidad de dinero posible, en el menor tiempo, y luego desaparecer sin importarles los afectados; otros se corrompen, usan sus posiciones sociales o laborales para enriquecerse sin importarles los que se empobrecieron por su actuar; otros se hacen los desentendidos por los impactos negativos en las personas y en planeta, mientras sus negocios les estén produciendo dinero; y hay otros tan desesperados que deciden matar, robar y violentar a cualquiera con tal de tener un poco de su bendición.

Mientras más lo adoramos, menos nos preocupamos por los seres humanos que nos rodean; mientras más lo deseamos, menos tiempo dedicamos a vivir y ser felices; mientras más lo idolatramos, menos importancia tiene todo lo demás, el planeta y todos los seres vivos que lo habitan; y mientras más lo amamos, menos nos amamos a nosotros mismos.

Si seguimos poniendo al Dios dinero sobre todas las cosas, estamos condenándonos como seres humanos, pues estamos sacrificando nuestra esencia, nuestra razón de ser, nuestra facultad de amar y ser felices. Por lo tanto, deja de idolatrarlo y tratarlo como el nuevo Dios de la humanidad, entiende que es un producto de nuestra invención para facilitar nuestra vida y la de los demás, nada más.

Finalmente, mientras lo tengamos en nuestras vidas, busca siempre que todos se puedan beneficiar de él, pues entre más personas puedan acceder a él para poder acceder a una vida digna, entre todos podremos construir un mejor futuro, en donde la vida, el amor, la felicidad y el respeto por todos los seres vivos sea la nueva religión.

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Moción: Movilidad en la ciudades

Acabo de regresar a mi ciudad natal y he recibido una gran cantidad de comentarios negativos sobre la reducción del espacio de las vías para carros, para darle más espacio al peatón, al ciclista y al transporte público. Frente a esto he de decir, que por el contrario, a mi me parece fantástico.

Creo que debemos entender que es muy difícil que las ciudades puedan crecer las carreteras al mismo ritmo que las poblaciones que viven en ella. Una ciudad puede crecer el doble de su población en 10 o 20 años, pero el gobierno no puede soportar ese nivel de crecimiento y hacer crecer las vías el doble, excepto que la ciudad tenga presupuesto ilimitado para transformar la ciudad a su antojo.

Por lo tanto, si aceptamos que la ciudad no va a poder resolver el problema construyendo vías mágicamente, y que quejarnos al respecto tampoco va a ayudar a la solución, lo único que nos queda por hacer es entender que nosotros somos parte de la solución, porque somos parte del problema.

El problema no es únicamente que no haya vías, el problema es que utilizamos el carro y la moto de forma innecesaria. Decidimos llevar a nuestros hijos al colegio, en vez de enviarlos en el trasporte escolar. Vamos siempre solos en el carro, en vez de recoger a más personas que vayan con el mismo destino. En las intersecciones no cedemos el paso para que todas las vías puedan avanzar. Vamos al trabajo, supermercado o al gimnasio en nuestro vehículo, así nos quede fácil ir en transporte público, bicicleta o a pie. Y finalmente tratamos de crear 3 o 4 carriles en dónde sólo hay 2, creando más embotellamientos y accidentes.

Invito a todos los que viven en ciudades congestionadas a que aborden el problema del tráfico desde otras perspectivas, diferentes a mejorar y ampliar las vías. Los invito a que se vuelvan parte de la solución y que se apropien de sus ciudades, disfrutándolas a pie, en bicicleta o en el trasporte público. El carro debería ser la última opción posible y siempre buscando el mayor beneficio para la ciudad. Si lo hacemos, esto dinamizará la ciudad, favorecerá a los comercios locales, reducirá la contaminación, mejorará nuestro estado físico y fomentará el relacionamiento entre los habitantes. En conclusión, tendremos mejores ciudades y viviremos más felices.

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Moción: el dinero es relativo

El dinero, al igual que todas las cosas a nuestro alrededor, es relativo según el valor que nuestro cerebro le asigne. Por ejemplo, si en la tienda local un producto vale 20 dólares, pero en otra tienda más distante cuesta 16, la mayoría de nosotros optaría por ir a la otra tienda a comprarlo pues representa un 20% menos en el costo. No obstante, si el producto vale 999 dólares en la tienda local y 995 en la más distante, la mayoría no se desplazaría y lo compraría en la tienda local pues sólo representa un descuento del 0.4%. La verdad es que son los mismos 4 dólares, así que si el dinero fuese objetivo, o al menos nuestra percepción del dinero, deberíamos reaccionar de la misma forma frente a los mismos 4 dólares. Pero no lo hacemos, porque el valor del dinero es relativo a muchas cosas.

Un primer concepto que hace relativo el dinero, como lo acabamos de expresar, es el volumen, la cantidad. Si en mi banco solo tengo 20 dólares, 4 hacen una gran diferencia, pero si en mi banco tengo 20 millones, 4 no representan nada, si suman ni restan. Pero recordemos, son los mismos 4 dólares.

Un segundo elemento es el esfuerzo requerido para adquirir el dinero. A más esfuerzo, más valor. Si trabajo en construcción, cargando elementos pesados, para recibir 10 dólares cada hora, ese dinero tendrá un gran valor para mi, pues es el fruto de mi arduo trabajo. No obstante, si mi familia es rica y cada día recibo 1000 dólares para gastar, ese dinero no tiene valor, no me ha costado nada, por lo tanto perderlo o gastarlo no es muy significante.

Un tercer aspecto es el costo de vida. Dos personas pueden ganar lo mismo, es dos países del mundo, haciendo la conversión de sus monedas, no obstante, dependiendo del costo de vida, ese valor puede ser superior o inferior. En un país puede alcanzarte para tener una casa, carro, salud y ahorros, y en el otro a duras penas para la renta y el mercado.

Y podría continuar con más ejemplos, pero lo importante acá es que esta moción te invite a reflexionar sobre el valor que le das al dinero en tu vida, porque recuerda que el valor del dinero es relativo. Creo que todos soñamos con ser “ricos”, pero ¿qué tanta dinero te convierte en alguien rico? Siendo el dinero relativo, 1.000 dólares al mes podría ser más que suficiente para algunos, para otros mínimo 10.000 al mes y para otros incluso 100.000 podrían no ser suficientes. Entonces, ¿dónde está el límite, dónde está el valor? Recuérdalo, en tu mente y en el valor que le asignas al dinero.

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Moción: Incoherencia

Ser coherente o congruente significa que las cosas que hacemos están directamente relacionadas con las cosas que pensamos y decimos. Esto en principio suena fácil y obvio pero en la práctica no lo es tanto. La vida tiene muchas facetas y variables, y no siempre es fácil hilar nuestros pensamientos con nuestras acciones. Espero que todos pensemos que robar es algo impensable y fuera de discusión, pero cuando se trata de objetos “perdidos”, solemos ser más flexibles en nuestras definiciones y puede que nos quedemos con ellos, aún sabiendo que son de otra persona. Por lo tanto, el objetivo de esta moción es reflexionar sobre algunos comportamientos que encuentro incoherentes a mi alrededor para que nos volvamos más coherentes o al menos dejemos de ser tan radicales en ciertas creencias.

Últimamente percibo un aumento en la población vegetariana y vegana por un lado, y por otro lado un aumento en la movilización para erradicar las corridas de toros. Pero lo que me llama realmente la atención es que no siempre son las mismas personas. Si fuésemos coherentes, una persona vegana por definición debería ser una persona anti taurina, y al contrario, una persona anti taurina debería ser vegana. ¿No?

Es decir, si yo no como nada proveniente del mundo animal por considerarlo un acto de crueldad, no sería coherente disfrutar de una corrida de toros. Por el contrario, si considero que una corrida de toros es un acto de crueldad que debe ser erradicado, comer carne producida intensivamente debería ser igualmente erradicado. ¿O es que es menos cruel producir ganado en masa, para enviar directamente al matadero apenas hayan alcanzado el peso ideal, sin posibilidad de escape, que enviar un toro a lidiar con un torero en una plaza con una pequeña posibilidad de ser indultado? Para mi, no hay diferencia.

Claro, probablemente la diferencia está en la medicación. La corrida es un acto social, que todos pueden ver, mientras que nadie ve o quiere ver los mataderos, para poder seguir disfrutando de una rica carne. Esta es una de las variables que hace la diferencia en nuestra “coherencia” entre nuestro pensamiento y nuestro actuar. Mientras vea a mi víctima, yo nunca robaría, pero si no lo veo, quedarme con el objeto perdido no está tan mal. Apoyar que asesinen un toro en una plaza pública no es posible, pero comer carne de una vaca asesinada en un matadero privado, que no es visible, no está tan mal.

Con esto no quiero decir que las corridas sean buenas o malas, o que comer carne sea bueno o malo, eso es decisión de cada uno. Lo que si quiero proponer es que hilemos más delgado para que nuestro actuar sea cada vez más coherente y no conveniente. Si apoyo algo o he tomado una decisión, debo ser coherente y transferir esa decisión a escenarios similares.

No basta dejar de usar bolsas plásticas en el supermercado si sigo usando vasos y platos plásticos cuando tengo una reunión en mi casa. Si mi decisión es no al plástico, debe ser coherente en todos los escenarios. Por lo tanto, ¿Qué tan coherente eres en tus decisiones?

¡Cuéntame que te parece incoherente a ti de nuestro actuar como seres humanos!

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Moción: Facilismo

Hacer nuestra vida más fácil ha sido, y aún es, una premisa muy importante en la innovación y el emprendimiento. Gracias a esto, hoy disfrutamos de muchas cosas que hacen nuestro día a día más sencillo, permitiéndonos enfocar nuestras energías en otras tareas más productivas o significativas. O al menos así debería serlo, ¿no? Por lo tanto, el objetivo de esta moción es reflexionar sobre las ventajas y desventajas actuales de poder realizar algunas tareas de forma muy fácil.

Hoy en día, si no queremos cocinar, pedimos un domicilio. Si no queremos ir al supermercado o al centro comercial, compramos en línea y nos llevan prácticamente todo al hogar. Si queremos ver a nuestros familiares y amigos hacemos una videoconferencia. Si el clima no es el ideal, compramos elementos para hacer ejercicio en casa y así no tener que ir al gimnasio.

Por lo tanto, pasamos cada vez más tiempo en la casa que afuera, interactuando con el mundo y las personas que viven en él. Si esto lo hacemos para pasar más tiempo con nuestra familia y amigos, o para dedicarnos a labores más productivas, genial. Pero si no, tal vez sería más beneficioso para nuestro cuerpo, mente y espíritu, olvidarnos de lo fácil e inmediato y hacer lo difícil y demorado. Tal vez deberíamos aprender a cocinar, ir al gimnasio, al centro comercial, o reunirnos presencialmente con nuestros familiares y amigos.

Hoy en día, si queremos tener “ocupados” a nuestros hijos, los ponemos a ver televisión o a jugar con la tableta o celular, para poder hacer otras cosas o tener más tiempo para nosotros. Si no queremos discutir con ellos, les compramos algo o aceptamos lo que quieren para “facilitar” el proceso. Pero entonces, ¿qué tiempo les estamos dedicando y qué les estamos enseñando? Tal vez, deberíamos tomar el lado difícil y demorado, de entender a nuestros hijos, compartir con ellos y educarlos.

Comprar todo empacado es más fácil, pero el desperdicio y la contaminación son desproporcionados. Ir en carro a todo lado es más fácil, pero el impacto en el tráfico y en la contaminación de la ciudad es innecesario. Tener toda la información en el celular es más fácil, pero nos hace dependientes. Hacer en la vida lo que nos resulta fácil puede hacer la vida sencilla, pero no necesariamente más satisfactoria. Algunas veces, si no todas, es más satisfactorio conquistar la adversidad, superar los retos y adquirir nuevas habilidades que sólo quedarnos haciendo lo que es más fácil.

Por lo tanto, te invito a revises tus acciones diarias y las evalúes. Si realmente te facilitan la vida para permitirte pasar más tiempo con tus seres queridos o para actividades más productivas, sin afectar a los demás y al planeta, genial, sigue haciéndolas. De lo contrario, te recomiendo intentar algo más “difícil”, pero que seguro será más enriquecedor y beneficioso.

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