Nuestra vida no es otra cosa que una seria de profecías autocumplidas porque somos el resultado de las historias que nos contamos a nosotros mismos. Por lo tanto, la moción de hoy pretende invitarte a que crees mejores profecías para que tu historia sea el resultado de una planeación consiente y no producto del azar o de lo que la sociedad desea imponerte.
Por ejemplo, ciertas comidas no nos placen a la vista o al olfato, razón por la cual pensamos y decimos que no nos gustan, así nunca las hayamos probado. Y puede que pasemos toda la vida sin probarlas o puede que las probemos un poquito, y nuestra profecía se haga realidad porque de antemano le estamos mandando mensajes a nuestro cuerpo que no nos gusta. Por lo tanto, creamos una historia sobre algo que creemos no nos gusta, o no hacemos el mayor esfuerzo para intentar adquirir el gusto. De cualquier forma, la profecía se autocumple y nunca volvemos a consumir esos alimentos porque “no nos gustan”.
También nos pasa que ciertas cosas en la vida a las que no les ponemos la debida atención, cuando lo hacemos, se autocumplen. Por ejemplo, si alguien te dice un día “Uff, la ciudad está llena de huecos”, es probable que no sepas responder porque no lo has notado, pero de inmediato, apenas salgas a la calle, vas a empezar a mirar si hay huecos, y lo más probable es que caigas en todos porque los estás buscando, haciendo que la profecía se cumpla, reforzando la creencia de que en la ciudad hay muchos huecos.
Y esos dos ejemplos se pueden proyectar a toda nuestra vida y a todos los escenarios. Si nos dicen y creemos que somos inteligentes y dedicados, entonces estudiaremos mucho, lo que nos convertirá en alguien inteligente y dedicado. Por el contrario, si nos dicen y nosotros mismos nos decimos, que somos dispersos y flojos, entonces frente a cualquier tarea difícil nos rendiremos fácilmente, reforzando la profecía de que somos dispersos y flojos. Si creemos que tenemos un talento, trabajaremos ese talento y lo desarrollaremos hasta que la profecía se cumpla y seamos realmente buenos, mientras que por el contrario, si creemos que no tenemos talento, no trabajaremos en él, ni lo desarrollaremos, así que al final resultará que efectivamente no tenemos ese talento.
Es por esto que somos buenos en todo lo que consideramos que somos buenos, y somos malos en todo lo que creemos en lo que somos malos, porque todos los días nos reforzamos esas creencias y decidimos seguir practicando y desarrollando en lo que somos buenos, haciéndonos mejores, y desistimos de practicar y desarrollar en lo que no somos tan buenos, evitando que podamos mejorar. De esta forma, las historias y creencias que nos contamos a nosotros mismos, se vuelven nuestra propia historia, haciendo que nuestras profecías sobre nosotros mismos se cumplan.
Por lo tanto, si quieres cambiar tu vida y forma de ser, empieza diciéndote mejores profecías sobre tu vida y sobre ti mismo, pues todo lo que te digas y te creas, se cumplirá. Si hay algo en lo que no eres muy bueno, piensa que lo eres y practica hasta serlo; Y si quieres alcanzar una meta pero no crees poder, mentalizate en que sí puedes y has todo lo que esté a tu alcance para lograrlo. Si lo crees, lo harás y lo conseguirás.
Y finalmente, cuando lo logres y puedas gestionar tu vida a tu antojo, entendiendo la importancia de las historias que tu mismo creas sobre ti, que te potencian o te limitan, podrás entonces comprender cómo tus historias sobre los demás también los afectan. Ten cuidado especialmente sobre lo que le dices a tus hijos o niños pequeños, pues esas historias y creencias marcarán su realidad hasta que sean capaces de moldear su propia historia.
Espero este mensaje te ayude a cambiar y mejorar tu vida, y ojalá quieras compartir tu experiencia, contándonos como tu creencia en ti mismo te limita o te potencia.
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