Moción: Incoherencia

Ser coherente o congruente significa que las cosas que hacemos están directamente relacionadas con las cosas que pensamos y decimos. Esto en principio suena fácil y obvio pero en la práctica no lo es tanto. La vida tiene muchas facetas y variables, y no siempre es fácil hilar nuestros pensamientos con nuestras acciones. Espero que todos pensemos que robar es algo impensable y fuera de discusión, pero cuando se trata de objetos “perdidos”, solemos ser más flexibles en nuestras definiciones y puede que nos quedemos con ellos, aún sabiendo que son de otra persona. Por lo tanto, el objetivo de esta moción es reflexionar sobre algunos comportamientos que encuentro incoherentes a mi alrededor para que nos volvamos más coherentes o al menos dejemos de ser tan radicales en ciertas creencias.

Últimamente percibo un aumento en la población vegetariana y vegana por un lado, y por otro lado un aumento en la movilización para erradicar las corridas de toros. Pero lo que me llama realmente la atención es que no siempre son las mismas personas. Si fuésemos coherentes, una persona vegana por definición debería ser una persona anti taurina, y al contrario, una persona anti taurina debería ser vegana. ¿No?

Es decir, si yo no como nada proveniente del mundo animal por considerarlo un acto de crueldad, no sería coherente disfrutar de una corrida de toros. Por el contrario, si considero que una corrida de toros es un acto de crueldad que debe ser erradicado, comer carne producida intensivamente debería ser igualmente erradicado. ¿O es que es menos cruel producir ganado en masa, para enviar directamente al matadero apenas hayan alcanzado el peso ideal, sin posibilidad de escape, que enviar un toro a lidiar con un torero en una plaza con una pequeña posibilidad de ser indultado? Para mi, no hay diferencia.

Claro, probablemente la diferencia está en la medicación. La corrida es un acto social, que todos pueden ver, mientras que nadie ve o quiere ver los mataderos, para poder seguir disfrutando de una rica carne. Esta es una de las variables que hace la diferencia en nuestra “coherencia” entre nuestro pensamiento y nuestro actuar. Mientras vea a mi víctima, yo nunca robaría, pero si no lo veo, quedarme con el objeto perdido no está tan mal. Apoyar que asesinen un toro en una plaza pública no es posible, pero comer carne de una vaca asesinada en un matadero privado, que no es visible, no está tan mal.

Con esto no quiero decir que las corridas sean buenas o malas, o que comer carne sea bueno o malo, eso es decisión de cada uno. Lo que si quiero proponer es que hilemos más delgado para que nuestro actuar sea cada vez más coherente y no conveniente. Si apoyo algo o he tomado una decisión, debo ser coherente y transferir esa decisión a escenarios similares.

No basta dejar de usar bolsas plásticas en el supermercado si sigo usando vasos y platos plásticos cuando tengo una reunión en mi casa. Si mi decisión es no al plástico, debe ser coherente en todos los escenarios. Por lo tanto, ¿Qué tan coherente eres en tus decisiones?

¡Cuéntame que te parece incoherente a ti de nuestro actuar como seres humanos!

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