Todo cambio requiere un proceso de ajuste para poder asimilarlo y medir los impactos y las consecuencias que ese cambio introduce. No obstante, en un mundo cada vez más tecnológico como el nuestro, los cambios se producen más y más rápido, sin dejarnos el tiempo necesario para asimilarlos adecuadamente, pero sobre todo, sin el tiempo para poder medir el impacto que tendrán en nuestras vidas y en el planeta en general.
Actualmente aún no hemos aprendido a manejar una tecnología y a comprender sus impactos, y ya hay una nueva tecnología que la reemplaza, volviéndola obsoleta. Y cada vez los tiempos son más cortos, así que cada vez nuestro conocimiento sobre las mismas son más limitados. Es decir, tenemos y usamos más tecnologías pero conocemos cada vez menos sobre sobre ellas y sus implicaciones.
Así como cuando se desarrolla una vacuna, que se necesita probar en diferentes personas, con diferentes condiciones de salud, y esperar unos tiempos prudentes (Años probablemente) para determinar que no haya implicaciones en la salud a corto, mediano o largo plazo, así debería operar el resto de las tecnologías, pero no es así.
Inventamos los aerosoles y sólo años después descubrimos que estaban causando la destrucción de la capa de ozono, razón por la cual tocó prohibirlos. Sólo ahora, cuando el planeta está saturado de plásticos, vemos las consecuencias de su uso, al comprender que no se degradan naturalmente o que tardarán millones de años en hacerlo. Usamos vehículos con energía no renovable y contaminantes, pero únicamente décadas después nos dimos cuenta de esto y sólo hasta ahora, estamos intentando migrarlos a tecnologías más limpias, sin saber si las consecuencias sean ya irreversibles. Y hemos implementado grandes extensiones para criar ganado, disminuyendo los bosques, creando más gases invernaderos y afectando nuestras dietas hasta niveles desconocidos en su totalidad aún.
Pero la historia continua. Hoy en día usamos celulares y los cargamos a todo lado con nosotros, usamos relojes o dispositivos inteligentes que nos monitorean todo el tiempo, contamos con redes 4G y 5G, usamos las redes sociales, compramos productos, usamos inteligencias artificiales y hacemos miles de cosas con ayuda de la tecnología que sentimos y creemos que nos están facilitando la vida, pero desconociendo si nos están destruyendo, porque no hemos tenido el tiempo suficiente para medir sus impactos y asimilar sus consecuencias.
Y todo por intereses económicos, porque retrasar un lanzamiento para estudiar sus consecuencias puede hacer que otros tengan la misma idea y la comercialicen primero. Porque hacer los productos obsoletos hace que la gente tenga que comprar de nuevo. Porque vender tecnología como “verde”, “Ecológica” o “Saludable”, aún sin estudios suficientes sobre el impacto, es más rentable. Y así, la lista continua, pero el trasfondo es el mismo… producir más ganancias para ser más ricos.
Desafortunadamente no hay salidas rápidas ni fáciles. No se trata de no usar tecnología y volver a tiempos antiguos. Se trata de ver como entre todos, al comprender esta realidad, buscamos alternativas para que como sociedad tengamos más tiempo para asimilar las tecnologías y sus impactos. Puede ser reduciendo los tiempos de obsolescencia, puede ser restringirnos de ser adaptadores tempranos de tecnologías que no tengan estudios suficientes sobre el impacto en las personas y en el planeta. Puede ser asumiendo la responsabilidad sobre las tecnologías y no delegando el estudio de sus impactos a otros.
Pero bueno, estas son sólo algunas ideas mías y lo importante es lo que ustedes piensan. ¿Cómo creen que podemos hacer para poder asimilar mejor las tecnologías y medir su impacto en la sociedad de forma anticipada? Quedo atento a sus aportes.
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